1- Sobre las elecciones del 21-D: estas semanas han dejado varias lecciones.
2- El 21-D no es un acto cualquiera: está bajo una norma como es el artículo 155 que difícilmente encaja en un orden democrático entre iguales.
3- Eso por no hablar de la forma en que se está aplicando el artículo 155, con sesgos partidistas, vulneración de derechos básicos y ausencia de separación de poderes.
4- El artículo 155 es una de las expresiones más fuertes del Régimen del 78, pero también una de sus debilidades, porque deja al desnudo el núcleo del régimen.
5- Difícilmente se puede aplicar el artículo 155 en un territorio y en unas instituciones donde se acatan pero no se aceptan las imposiciones.
6- El régimen español ha intentado acallar su “problema” catalán con cuatro medidas: represión el 1-O, persecución tras el 27-O, aplicación del artículo 155 y convocatoria rápida del 21-D.
7- Nada hubiera gustado más al régimen español que las fuerzas que no se articulan en torno a él no se presentasen el 21-D. Pero no lo ha conseguido.
8- Todo el mundo sabe que el 21-D no son unas “elecciones autonómicas españolas”. Ni siquiera M. Rajoy lo presenta ya así. Ni tampoco su brazo mediático.
9- El complejo mediático-político del régimen español hubiera preferido que las fuerzas que cuestionan el régimen no se presentaran. Aún se oyen sus lamentos y reproches acusando de falta de "coherencia" a esas fuerzas.
10- Un logro de las fuerzas que cuestionan el régimen ha sido además presentarse por separado, para no limitar opciones, ni voces, ni impactos de campaña.
11- Europa no está al margen del 21-D y de todo el proceso constituyente republicano. Y no solo por las imágenes brutales de la represión policial española el 1 de octubre.
12- Europa difícilmente puede tolerar otro 1 de octubre represivo. Ese cartucho ya lo ha gastado el Reino de España, pero hay más.
13- La Unión Europea no es que crea especialmente en los Derechos Humanos, pero necesita aparentar “paz”, “seguridad” y “derecho” para mantener su mercado y sus negocios.
14- El temor a la reacción de esa Europa es lo que explica la rápida convocatoria del 21-D por la gobernanza del Reino de España (sumado a que este no puede sostener el 155 indefinidamente).
15- Conviene además no perder la perspectiva: hace unos meses todavía se decía que la “cuestión catalana” era un tema interno de España. Hoy ya nadie se lo cree. Ni en Madrid, ni en Bruselas.
16- Todo esto ha supuesto un cambio de ciclo en el régimen español (el ciclo del 15-M está amortizado) y también ha sido el mayor desafío al régimen en décadas.
17- En cuanto al Régimen del 78, en estas semanas ha quedado claro que los cuatro partidos españoles mayoritarios se han replegado o articulado en torno a él.
18- La derecha post-franquista, la socialdemocracia liberal, la neoderecha de diseño y el neopopulismo post-15M han cumplido su papel de extremo centro del régimen español. Su articulación ya es una necesidad.
19- El régimen español también ha intentado otras vías, como la “vía Urkullu” (publicitada por Enric Juliana, como no podía ser menos), con los mismos resultados.
20- Así que el 21-D sigue abierto. El pueblo catalán tiene la última palabra en una confrontación que será larga en este proceso constituyente republicano.
