De eso va la historia de Albert Spaggiari.
Os la cuento.

Pero guardaba un secreto.



Había oro, bonos, joyas...

Pero no querían irse de allí.
"SIN ARMAS, SIN ODIO, SIN VIOLENCIA"
Sin cabos sueltos, sin pistas. Las pesquisas policiales no avanzaban.
¿Qué banda de fantasmas había hecho eso?

Una esposa celosa hace una denuncia random. La policía llega a una casa de las afueras y encuentra a 2 de la banda vendiendo oro...
Meses después del robo, la gendarmería apresó aliviada a Spaggiari. Pero este no se derrumbó y no les dijo dónde estaba el botín.
Fue al juzgado, se plantó frente al juez y confesó, uno a uno, los detalles del atraco.
Una moto le esperaba.
Nunca volvieron a capturarlo.

Porque los ladrones de guante blanco saben cuidar su leyenda.


El dinero... eso sí que nunca volvió.
FIN
(Alguna foto de las horas posteriores al descubrimiento del robo)




(Alguna foto extra de Albert Spaggiari)




(qué hermosa palabra inventada es "campacidad")