- No tengas miedo
- No.
Ambos intentan mitigar el nerviosismo, aunque no pueden evitar la inquietud.
- ¿Estás segura?
- Sí.
- Entonces, nos vamos mañana.
La acaricia, y callan.
- Hoy no.
- Aquí no.
- Por solo ese dinero no.
- Está todo lleno
- Si hubierais avisado antes...
«Podéis quedaros en ese viejo establo. Aún aguanta una parte del tejado. Aunque hay que limpiarlo un poco». Una mezcla de alivio y gratitud inunda a la pareja. Cuando no tienes nada, un chamizo se vuelve palacio.
Navidad.