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Que un socialista como Borrell apoye la dictadura islamista de Irán no es casual. Desde 1979 la mayor parte de las organizaciones internacionales socialistas han apoyado al régimen teocrático en su lucha contra el "imperialismo USA" (Trump es solo la coartada del momento)
Cuando las iraníes protestaron contra la imposición del velo por parte de los islamistas, los socialistas las conminaron a dejar las protestas para no entorpecer la "revolución islámica". A finales de los 70, socialistas e islamistas formaron un frente común al capitalismo
Algunas feministas de izquierdas, como Kate Millett o Beauvoir, sin embargo denunciaron a los socialistas de entonces que, como ahora Borrell, pretendían blanquear el régimen islamista iraní para justificar su oposición al "imperialismo USA" (antes Carter o Reagan, ahora Trump)
Kate Millet escribió Going to Irán para describir su experiencia de la reaccionaria revolución islamista. A Borrell lo recibirán con honores en Teherán pero a Millett, lesbiana además de feminista, la deportaron sin contemplaciones.
Foucault, el gran intelectual de la izquierda, era un gran fan de la revolución feudal de Jomeini y representa esa seducción de cierta izquierda, de Brecht a Chomsky hasta llegar al mismísimo Borrell, por los regímenes que parecen plantar cara a los sistemas liberales.
En su odio a la Modernidad, porque creen que es intrínsecamente un sistema opresivo, la izquierda pro islamista, de Foucault a Borrell, conecta paradójicamente una utopía igualitaria con regímenes feudales. No rechazan a Trump, rechazan a Occidente (como turistas del ideal)
