Thread by @Orwell1971

No se puede estar, al mismo tiempo, a favor y en contra de la libertad.
1. Por un lado estamos los venezolanos: el que camina hasta su trabajo por falta de transporte, el que almuerza arroz solo (porque su salario de miseria no le alcanza para una m...),

2. …el que ha perdido su trabajo por el apartheid chavista, el que ha tenido que despedirse de las personas que ama y el que sufre por las personas que dejó en Venezuela, el que pena para conseguir medicamentos,

3. …el habitante de Ureña, de San Antonio del Táchira, de Santa Elena de Uairén, el pemón, el que está siendo torturado en este mismo momento (mientras usted lee esto). Por un lado está la víctima del chavismo.

4. Por el otro está el chavista: el general narcotraficante, el funcionario que sella el pasaporte venezolano para terroristas de Hezbolá, el cantante de cuarta, el actor de quinta, el empresario canalla, el malandro colectivo, el profe universitario,

5. …el periodista mercenario, el “intelectual” que manda a sacarse el carnet de la Patria, el “analista” que dice no estar de acuerdo con la intervención militar, el diplomático miserable que dice que la solución debe ser pacífica, negociada, bla, bla, bla…

6. ...el hijo de puta que quiere a Maduro de candidato.
Esos son los dos bandos en disputa. Que cada quien escoja el suyo. Usted tiene el derecho de apoyar a los criminales si tal le apetece.

7. Pero eso sí: si usted dice estar contra el chavismo y a favor de los venezolanos, no venga a exigir ni consideración ni ternura ni respeto ni empatía ni amor (a lo Lorent Saleh) por los chavistas y sus operadores.

8. O usted está con el criminal o está con la víctima. Se trata de una guerra (aunque algunos finjan ignorarlo), una guerra declarada hace mucho tiempo, cuando Chávez armó a los malandros de Caracas y luego del resto del país, cuando Chávez llenó Venezuela de agentes castristas.

9. Usted puede dárselas de bueno, de moralmente superior, usted puede ponerse a mariquear (a decir sus pendejeras buenistas), pero apriete bien ese c…, porque la realidad lo va arrollar de manera inmisericorde.