–Me duelen, sí, pero no lloro por eso –me contestó con voz dulce y serena–. Lloro porque ha muerto Jesús.
Pero ella, que parecía leer mi mente, continuó:
Escuché gritar a mi madre mientras se acercaba, agitada, con mi hermana agarrada del brazo.
Mientras corríamos fuera del bullicio, giré la cabeza y vi cómo el Cristo había retomado su marcha y la nazarena de azul celeste emprendía también su paso haciéndome con la cabeza un gesto de despedida.
1⃣ El #HilodelPollino
2⃣ El #HilodeJudas