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Si de algo sirve la experiencia, es para detectar patrones a tiempo. Comienzo a ver señales del down-cycle que me recuerdan tanto 2008. Abro hilo 🧶
En 2008 estaba metido hasta la nariz en el sector inmobiliario, el epicentro de lo que acabó siendo una crisis crediticia mundial. Los primeros síntomas fueron los “subprime credits” hipotecarios en EUA.
La constante en las pláticas, conforme se fue desenvolviendo todo, fue el #Schadefreude, ese “placer” por la desdicha del otro. Empezó con “Pues claro, se lo merecen esos bancos gringos que presentaron irresponsablemente. Nosotros no fuimos así y no nos va a pasar nada”.
Muy rápido se sintió la crisis en México, primero con los desarrollos turísticos, y después las Sofoles que se toparon con la pérdida de apetito por sus emisiones en mercados internacionales. Aún si no empezó ligados a ellas, les llegó y duró (se acuerdan de SuCasita?)
De nuevo las conversaciones eran “a ellos sí les pegó, y la corrección es necesaria, pero nosotros (léase bancos, home developers...) estamos blindados. — note to self: cuando alguien diga que “está blindado” ante un shock externo, run away, porque está siendo naïve.
Poco a poco los bancos sufrieron, las desarrolladoras murieron y la economía real se resintió por todos lados. Nadie gana en una crisis. Eventualmente te pega, y no compensa jamás el hecho de que haya pegado antes o más duro a quien veías con envidia, recelo o coraje.
Hoy hay quienes “celebran” que los grandes capitales sufran los impactos de shocks en infraestructura, o que exportadores se vean amenazados, pensando que se está protegiendo a los menos favorecidos. Así no funciona la economía.
El discurso dominante, que oculta un “no me importa que a mi no me beneficie mientras perjudique a quienes se han beneficiado del privilegio” acierta en su reclamo, pero no alcanza a ver aún el impacto que sentirán de malas decisiones.
Damos por hecha la estabilidad económica. Se puede construir mucho desde ella, y políticas redistributivas son urgentes, pero imposibles en entornos de contracción. El ciclo mundial se tornará difícil, y entrarle débil afecta siempre más a los más débiles.
Tenemos disciplina fiscal hasta ahora. Nos toca resistir, sin paralizarnos. Generar resiliencia, ser más estratégicos, menos confiados, y entender que la economía, cuando pega, no distingue por preferencias políticas, ni defiende ideales. Pega parejo.
Si te has escuchado racionalizando “es que a mi [ negocio / startup / chamba / sector ] no le va a pegar lo que está sucediendo” es momento de que cambies de enfoque, y estés bien preparadx. No va a estar leve.
También recordar que las mejores oportunidades se presentan en entornos difíciles. Se abren caminos para emprendedores, se sacude el tablero. Los ganadores siempre surgen de entornos difíciles. Así que se va a poner bueno para los más listos!
