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Qué elegancia!
Responder así ante quienes trataron de quemarte, por más que sea un ejercicio de RRPP, requiere mucha entereza. Pulcritud. Serenidad.
Bien por quienes pueden ser tan ecuánimes.
Responder así ante quienes trataron de quemarte, por más que sea un ejercicio de RRPP, requiere mucha entereza. Pulcritud. Serenidad.
Bien por quienes pueden ser tan ecuánimes.
Hay que decir, también, que quienes carecemos de esa nobleza, de esa elegancia, no por ello somos menos valiosos para afrontar el tsunami de mierda pseudocívica que se nos ha venido encima: somos tan útiles como aquellos.
Nadie apreciaría el día si no hubiera noche, por ejemplo.
La mano derecha es la de las órdenes; la izquierda, la de las complacencias.
Ha visto usted el símbolo del Ying Yang? Pues eso: el contrapunto siempre es necesario.
La mano derecha es la de las órdenes; la izquierda, la de las complacencias.
Ha visto usted el símbolo del Ying Yang? Pues eso: el contrapunto siempre es necesario.
Algunos roles son más gratos que otros. Más apreciados. Más presumibles. Pero eso no determina la utilidad o pertinencia de unos y otros: nomás son diferentes.
Hay gente que aprecio mucho y cuya opinión valoro de a madre, que con frecuencia me pregunta porqué mocho parejo con todos los partidos políticos, si algunos parecen super necesarios para trascender al cagadero encabezado por López.
O bien me piden que acoja de buen modo a los arrepentidos de la #restauración porque "los necesitamos a todos", y seguirlos cagoteando puede alienarlos para siempre.
Esa gente que me cuestiona así quizá no ha entendido algo:
Esa gente que me cuestiona así quizá no ha entendido algo:
Para que su paciencia, comprensión, tolerancia y bonhomía para con los partidos políticos y los chairos arrepentidos sea REALMENTE APRECIADA por ellos, y se pueda aspirar a que fructifique en hechos, se requiere que haya un contrapunto que dé contraste y perspectiva.
Para ello se requiere una referencia de lo opuesto, de lo otro. Se necesita, pues, alguien que NO sea tolerante, amigable, comprensivo y generoso con esas lacras; alguien brutalmente honesto; grosero; intransigente; aborrecible.
Yo puedo hacer eso.
Yo puedo hacer eso.
Y mientras más individuos seamos capaces de hacer esas cosas, más apreciado será quien pudiendo reprochar algo prefiera otorgar nuevas oportunidades, prodigar paciencia, quien demuestre comprensión, y mayor será el poder de su opinión sobre quienes deben ser corregidos.
Y así es como todos podemos ser útiles, necesarios y por momentos vitales.
No se trata de hacer siempre lo "correcto", sino lo necesario.
Y en estos tiempos chuecos que corren, muchas veces no son lo mismo. Ni cerca.
No se trata de hacer siempre lo "correcto", sino lo necesario.
Y en estos tiempos chuecos que corren, muchas veces no son lo mismo. Ni cerca.
Así que aquí y ahora no sólo se trata de ser lo que se debe ser, sino también de ser lo que se necesita.
Los merecimientos y los requerimientos corren en carriles diferentes. Conviene entenderlo.
Los merecimientos y los requerimientos corren en carriles diferentes. Conviene entenderlo.
