, 41 tweets, 8 min read Read on Twitter
#CosasQuePasanEnLaGuardia #62. Llamo a paciente anotado como “celulitis???”. Es un cuadro que vemos bastante seguido, una infección de la grasa más frecuentemente a nivel de las piernas, aunque puede darse en otros regiones. (+)
(-) Los signos de pregunta indican que el orientador no está seguro de que sea eso. Pasa un hombre de unos cincuenta y pico con gorra de lana –de esas que usan en el norte y que se extienden tapando las orejas, a la que alguien le cosió un escudo de Racing sobre la frente– (+)
(-) y anteojos algo rotos, pegados con cinta scotch. Está bastante sucio y despide un olor que reconozco al instante, aunque espero estar equivocada. Al pedirle sus datos, refiere que vive en la calle. Le pregunto por sus enfermedades y dice ser sano. (+)
(-) Al indagar sobre si va al médico, refiere que ya no porque le mandaban remedios caros que no necesitaba. Esos remedios eran para la “diabetis”, que jura no tener, y para la presión que siempre daba normal. (+)
(-) Viste un pantalón gris desgastado, con la pierna derecha bastante más manchada que la izquierda a la altura del tobillo. Señalo la región.
–¿Eso es lo que lo trae por acá? –pregunto.
Asiente y se levanta el pantalón.
(+)
(-)
–Sí, dotorcita, yo trato de curarlo siempre que puedo, pero está más feo…
Tiene puesta una venda manchada con tierra y suciedad. Me coloco un par de guantes, se la saco y la tiro al tacho. Abre los ojos grandes ante tal acción y casi se le caen las lágrimas.
(+)
(-)
–No se preocupe, que después le doy algunas nuevas –le aclaro.
Se lleva la mano al pecho y respira. Me dice que gracias.
Debajo de la venda hay una gasa con olor francamente a podrido, aunque no es solo a podrido, es un olor demasiado fuerte, que inunda el consultorio (+)
(-) y llega hasta el pasillo, ése que reconozco aunque mi cerebro prefiere aún no ponerle nombre. Está fusionada con el tejido subyacente. Traigo solución fisiológica, le hago poner la pierna sobre el tacho y la despego de a poco, mojándola.
(+)
(-) Pegada a ella salen dos estructuras alargadas blancas nacaradas que tratan de escaparse de mis dedos. Tiro la gasa al tacho y busco un pañal. Lo coloco bajo la pierna del hombre y examino el área. Es una úlcera bastante grande, (+)
(-) con un orificio en el medio que impresiona profundo. El tejido de alrededor parece muerto en ciertas partes. Algunas larvas se animan a asomarse mientras otras se esconden, despavoridas. Lo tapo con un apósito y busco una pinza. (+)
(-) Voy a farmacia a pedir éter, que es lo que se suele emplear para sacarlos. La farmacéutica me dice que no hay. Le pregunto desde cuándo (hace un par de meses usé) y alega no saber. Me explica que es por no sé qué reglamentación y la desaparición de varias botellas. (+)
(-) Llamo al jefe. Dice que va a tratar de conseguirme. Pasan unos minutos y no aparece por los consultorios donde estoy. Miro la hora: cinco de la tarde. Busco en mis bolsillos, tengo algunos billetes. Aviso a mis compañeros que salgo un momento (+)
(-) y vuelvo con un paquete de albahaca. No me quisieron vender menos ni regalarme algunas hojitas (al verdulero le deseé para adentro que caiga pronto en una de mis guardias agusanado como el señor). Separo lo que necesito y guardo el resto en la heladerita (+)
(-) pensando en la caprese que me voy a armar (para la que voy a tener que comprar queso). Trituro la albahaca con un bisturí y la machaco. Voy con eso al consultorio donde está el paciente –que desde sus anteojos rotos me mira con curiosidad–, (+)
(-) le saco el apósito y –tras lavarle la región– le coloco la albahaca tanto adentro como en los bordes. Espero y las larvas van asomándose. Las saco una a una con la pinza. Cada tanto pongo más albahaca. Ahora el señor huele a pesto agusanado y podrido. (+)
(-) Cuando creo que terminé escarbo un poco más con la pinza. Saco dos gusanos de la profundidad. Le pido una ecografía para cerciorarme de que ya están todos afuera. A la médica de imágenes por suerte le divierte la idea de mirarlos con el aparato (+)
(-) y dice que hasta le sirve para sacarles fotos y presentar alguna lámina en el congreso al que va todos los años. Llamo al camillero. Aparece a la media hora con una silla bastante rota y me dice que –por someterlo a tremenda baranda– le debo una receta de riv0tril. (+)
(-) Le digo que sí a sabiendas de que después me voy a hacer la boluda todo el día. Llegamos. La cara de la imagenóloga muestra que está a punto de arrepentirse. Lo paso rápido a la camilla. El olor –a decir verdad– es infernal (+)
(-) y temo que en cualquier momento algún gusano se arrastre por el transductor del ecógrafo. Ella se pone un guante en la mano derecha –como siempre que hace ecografías– y le pide al hombre que se acueste. (+)
(-) Le indica que se acerque en la camilla para el lado en que ella está sentada y que vaya más atrás. En una de esas, al señor se le sale el gorro y se le cae al piso. Se trata de levantar para buscarlo y le dice que se quede así, que ella lo agarra. (+)
(-) Estira la mano enguantada y atrapa el gorro entre el extremo de su pulgar y su índice. Lo arrastra hasta que logra agarrarlo mejor, lo levanta y, apenas lo iza para entregárselo a su dueño, lo suelta con un grito. La miro a ella,(+)
(-) al gorro que aterrizó encima del muslo del hombre, a su dueño y de vuelta al gorro. Veo múltiples pequeños seres que zigzaguean desde adentro. Agradezco su hábito de usar guantes siempre. Me asomo para mirar la cabeza del paciente. (+)
(-) Tiene comido el tejido por encima de la órbita derecha y el trayecto se extiende hasta cerca del oído. Los pelos de mis brazos nunca estuvieron tan parados y un escalofrío me baja por la espalda. Me pongo un par de guantes, acerco el tacho,(+)
(-) levanto el gorro haciendo una pinza con mi pulgar e índice y le aviso al hombre que voy a tirar su gorro a la basura. Salta en la camilla y se sienta de golpe. Todos retrocedemos.
(+)
(-)
–No haga eso, dotorcita –pronuncia con tono intermedio entre ruego y orden–. ¿Con qué me voy a tapar este aujero si no?
Le digo que por ahora lo voy a vendar y que le prometo que le compro un gorro nuevo, pero que ese está sucio y lleno de gusanos y es necesario tirarlo. (+)
(-)Se queda pensando. Creo que lo emociona la palabra “nuevo”. Me pregunto hace cuánto que no tiene nada de esas características. Asiente. Lo meto en el tacho y le hago un nudo a la bolsa. Suspendemos la ecografía. Ahora la pierna es el menor problema del señor. (+)
(-) Le pido al camillero si no nos hace el favor de traer una venda y la imagenóloga y yo vamos a hablar con el técnico de tomografía para hacerle una imagen del cerebro, cara y oído. Acepta de mala gana, (+)
(-) y estoy segura de que solo lo hace –lo de aceptar– porque ella está conmigo. Vuelvo a buscar al señor. Lo dejamos esperando en un banco en el pasillo para que no llenara de bichos el consultorio de ecografía. Igual la imagenóloga ya llamó a limpieza por las dudas. (+)
(-) Llega el camillero. Le hago un turbante con la venda y vamos para el tomógrafo. El técnico me advierte que, si ve un solo gusano a la vista, suspende el estudio. Agarro un camisolín descartable y le envuelvo la cabeza al paciente por encima de la venda. (+)
(-) Pongo otro sobre la camilla por las dudas. Hacemos la tomografía. Mientras espero que se impriman las planchas y que la médica de imágenes la informe, dejamos al paciente en el consultorio de guardia –con la venda y el camisolín en la cabeza– y voy a buscar más albahaca. (+)
(-) El jefe me ve sacarla de la heladerita.
–Me olvidé. Tengo esto para vos –dice mientras estira la mano.
Es un frasco de esos marrones, chiquito, con tapa negra.
–Usá solo lo necesario y después me lo devolvés –dice.
Es el éter que le pedí.
(+)
(-) Cuenta que tuvo que armar un lío bárbaro para que se lo dieran y que piensa guardar el frasco bajo llave. Lo envidio por tener dónde guardar algo bajo llave mientras a nosotros nos roban de las mochilas.
–¿Tenés un agusanado? –me pregunta uno de los clínicos.
(+)
(-)
–Sí, muy. ¿Sabés si el éter puede llegar a dejarlo ciego? No es que se lo voy a poner en el ojo, pero está cerca la herida, y del oído también.
(+)
(-)
–Mirá, la verdad es que no tengo idea, pero si no le sacás los gusanos, se va a quedar sin ojo, sin oído y sin cerebro, así que dale sin asco.
Otra vez se me paran los pelos de los brazos. Me pongo el frasco en el bolsillo y voy para donde se informan las tomografías. (+)
(-)
A mitad de camino me encuentro con la imagenóloga que viene agitando la hoja y las placas, con la cara más roja que cuando en la primaria le dijeron a miguelito que yo estaba enamorada de él –lo que era totalmente cierto– y empapada en transpiración. (+)
(-)
–Están adentro –dice agitada.
Le hago señas de que frene.
–¿Adentro de dónde? –pregunto temerosa de la respuesta que creo que ya conozco.
–Del cráneo.
Me olvido del éter y llamo a la neurocirujana. Le cuento el caso. No responde.
(+)
(-)
Me olvido del éter y llamo a la neurocirujana. Le cuento el caso. No responde. Le pregunto si sigue ahí. Dice que sí. Solo eso, “sí”. Ni “ahí bajo”, ni “pedile un laboratorio”, ni “¿cuántos años tiene?”. Solo “sí”. “Sí” y silencio. (+)
(-)Corta y en menos de un minuto está en la guardia.
Mira las placas, el informe y vuelve a las imágenes. En las planchas no se ven tan bien los bichos como en la computadora. Va a la consola y vuelve más pálida de lo que estaba.
–Necesito a un oftalmólogo –dice.
(+)
(-) Le contesto que no hay de guardia. Habla con el jefe. Es imposible conseguir uno. Resignada, le dice a su residente que interne al paciente y se va. Le pregunto al jefe si le alcanzo el éter. Dice que si ella lo necesita ya se lo va a pedir. Agarra la botella y se la guarda+
(-) Termino la guardia sin novedades del señor agusanado. Hago un recordatorio en el celular que dice “comprar gorro de lana”. Salgo a fumar un cigarrillo. Me lo pongo en la boca y estoy por prenderlo cuando siento que mis manos tienen olor a albahaca, al éter que nunca abrí, (+)
(-)al tejido podrido y a los gusanos, pese a que ya me las lavé más de cinco veces. Lo tiro y me las lavo de nuevo. Ya se me fueron las ganas de fumar.
Missing some Tweet in this thread?
You can try to force a refresh.

Like this thread? Get email updates or save it to PDF!

Subscribe to Anónima me hicieron
Profile picture

Get real-time email alerts when new unrolls are available from this author!

This content may be removed anytime!

Twitter may remove this content at anytime, convert it as a PDF, save and print for later use!

Try unrolling a thread yourself!

how to unroll video

1) Follow Thread Reader App on Twitter so you can easily mention us!

2) Go to a Twitter thread (series of Tweets by the same owner) and mention us with a keyword "unroll" @threadreaderapp unroll

You can practice here first or read more on our help page!

Follow Us on Twitter!

Did Thread Reader help you today?

Support us! We are indie developers!


This site is made by just three indie developers on a laptop doing marketing, support and development! Read more about the story.

Become a Premium Member ($3.00/month or $30.00/year) and get exclusive features!

Become Premium

Too expensive? Make a small donation by buying us coffee ($5) or help with server cost ($10)

Donate via Paypal Become our Patreon

Thank you for your support!