Hablemos de... qué? Diez años? Doce?
Qué hacía usted en esos días? Entre semana, seguro a la escuela. El fin de semana, quizá jugaba.
Está muy cabrón imaginarse cargando un arma y recibiendo adiestramiento, no?
Esa es una elección que si como adulto JODE, como niño es por completo aberrante.
Por qué no conmueve ese hecho?
Ya no vamos a horrorizarnos con cosas así?
Entonces con cuáles cosas sí? De qué tamaño deberán ser las tragedias, para que nos con-muevan?