Cuántas personas pasaron junto a ella entre que salió a la calle y hasta que no quedó nadie más junto a ella?
Cómo fue que no la notaron? POR QUÉ no la notaron?
Es que nuestras neurosis ya no dejan margen suficiente para ocuparnos de otros, si no nos son muy cercanos?
Tenemos tanta prisa por llegar a alguna parte, constantemente, compulsivamente, que no nos tomamos el tiempo de ver más allá del parabrisas, de la pantalla, del tramo inmediato de la banqueta?
Y no la hubo. Esa es otra tragedia que tenemos que procesar.
Este es el tiempo de los individuos capaces de hacer algo pequeño en forma oportuna.
Para eso no se requiere entrenamiento ni parafernalia: se requiere VOLUNTAD!
No se trata de ser héroes, sino de ser humanos.
Nos urge serlo.