¿Quiénes eran los ALMOGÁVARES, qué hicieron, hasta donde llegaron? ¿Es verdad que se habló catalán en el Mediterráneo oriental en los siglos XII y XIII? Veámoslo.
Proviene del árabe probablemente de المغاور al-mugāwir, que hace algaradas, monta bullicio, o de المخابر al-mujābir, el que da noticias. Eran soldados mercenarios a sueldo, hombres de frontera. Fueron famosos a partir de Federico de Sicilia, quien en los últimos años
del siglo XIII y primeros del XIV los contrató como fuerzas militares especiales para controlar las rutas comerciales de la Corona de Aragón. Se les conocía como la Compañía Catalana. Aunque integraban sus líneas valencianos, catalanes, italianos y aragoneses.
Su especialidad era la lucha cuerpo a cuerpo. Tras la Paz de Castalbellota en 1302, afianzándose el poder de Federico de Sicilia, los ALMOGÁVARES fueron contratados por el emperador de Bizancio Andrónico II. Con 39 galeras llegaron a Constantinopla en 1303 y se enfrentaron a
los turcos. Al mando estaba el célebre Roger de Flor, nacido en Brindis pero de origen alemán. Tras los éxitos cosechados, la inquina de la familia del emperador contra la fama de los ALMOGÁVARES provocó un cruel asesinato durante una cena de gala. Fueron asesinados los oficiales 
Y el propio Roger de Flor en 1307. La reacción no se hizo esperar, y los ALMOGÁVARES iniciaron sus correrías por el Imperio Bizantino. Se conoce a este episódio como la VENGANZA CATALANA. En 1311 los ALMOGÁVARES arrebataron a los franceses el próspero Ducado de Atenas.
En 1318 se extienden por Tesalia y se hacen con el Ducado de Neopatria, ambos pasaron a la Corona de Aragón en tiempos de Pedro IV. Duraría este gobierno catalán hasta 1388. Durante estos años el catalán resonaría, junto con el griego medieval, por las calles de Atenas y Patras.
Su desorganización interna, las luchas de intereses y el traslado del conflicto hacia la conquista de Cerdeña, hicieron que el sueño de una patria almogávar catalana en Oriente se desvaneciera. Queda la imagen romántica de ver el pendón de Aragón y sus barras en la Acrópolis.
Además, gracias al cronista contemporáneo Ramón Muntaner siempre nos quedará la leyenda de la consigna almogávar DESPERTA FERRO, ARAGÓN, ARAGÓN despierta ESPADA, ARAGÓN ARAGÓN, que se gritaba antes de entrar en batalla haciendo resonar los escudos y los hierros.
