Esos diplomáticos eran dos hermanos, ambos altos eclesiásticos suecos: Jons y Olof Mansson, más conocidos como Johannes y Olaus Magnus.
Y ahí empezó el problema: mientras estaba en Roma, en Suecia triunfa el protestantismo. Pero los Magnus eran católicos. Muy católicos.
Vivieron en Danzig, en Venecia y, sobre todo, en Roma. Y durante todo este tiempo, Olaus estuvo escribiendo una obra.
Una enciclopedia del Norte, por así decirlo.
¿Por qué?
Pues porque configuró un aspecto que siempre nos viene a la cabeza al pensar en mapas antiguos: los monstruos marinos.
La obra fue un boom. Se tradujo a la mayoría de idiomas europeos, y los grandes estudiosos recurrían a ella.
Por fin, Escandinavia salía de las sombras, a su manera.
Referencias de las imágenes:
- Retrato de Gustavo Vasa. Real Armería de Suecia.
- Vista de Roma, Civitates Orbis Terrarum, G. Braun y Frans Hohenberg, 1572
- Det. del mapamundi del Beato de San Andrés de Arroyo, med. s. XII. París, Bibliothèque Nationale de France, MS nouv. acq. lat. 2290 f. 14r.
- Det. del Mapa del Psalterio, c. 1260. British Library, MS 28681.
La frase de Felipe Fernández-Armesto está extraída de su obra "Civilizaciones", editada por Taurus (Madrid, 2002), p. 65.
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