Un negocio redondo. Y tremendamente lucrativo
Simplemente, lo consideraban su ruina.
1501. La ciudad estaba repleta de comerciantes y delegados de diferentes cortes y casas ducales europeas.
Estaban donde estaba el negocio, y vaya si ahí había negocio.
Pero nada más lejos de la realidad. En diciembre de 1501, Cantino pagó 12 ducados de oro a un cartógrafo por un mapa que mostrara los últimos descubrimientos geográficos.
Poca broma.
Pero merecía la pena.
Abandonó Lisboa, en secreto. Y el mapa fue con él. De forma clandestina, escondidos, el mapa y él dejaron Portugal y llegaron a Génova, donde se lo entregó a Francesco Catanio, embajador genovés en Aragón y Francia.
El original siguió su viaje, y llegó a Ferrara, a las manos Ercole d'Este. El peligroso (y valiosísimo) mapa se quedó ahí hasta 1592.
Era el mapa con la información más actualizada de los que podía haber.
Pues que llegó el Papa Clemente VIII e incorporó Ferrara a los Estados Pontificios.
Y la biblioteca de la Casa d'Este, incluido el mapa, fue a parar a Módena.
-Planisferio de Cantino, 1502. Biblioteca Estense Universitaria, Módena.
- Ruta de Vasco da Gama a la India. Fuente: bit.ly/2VEJwSk
- Vista de Lisboa en el "Civitates Orbis Terrarum", Georg Braun y Frans Hogenberg, 1572.
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- Vista de Venecia en el "Civitates Orbis Terrarum", Georg Braun y Frans Hogenberg, 1572.
- Dosso Dossi (atrib.), "Retrato de Ercole d'Este", Galleria Estense, Modena.
- Biblioteca Estense Universitaria, Modena.