La forma en que han crecido nuestras ciudades puede tener un impacto en cómo se expande un virus. Aquí un mini hilo sobre la intersección entre lo urbano y la salud #Coronavirus
Las ciudades, por definición, son espacios donde conviven e interactúan miles de personas que no se conocen. Este es su gran potencial y lo que las hace maravillosas, pero... también el motivo por el que un virus se puede rápidamente viralizar sin que podamos rastrear su ruta.
Pero no solo eso: ciertas características de nuestras ciudades pueden hacerlas más o menos resilientes a una epidemia así como más o menos conducentes a que esta se agrave o se contenga.
Lo + evidente es el transporte. Por su concentración de gente es un foco de infección, pero donde existe transporte formal es más fácil tomar medidas preventivas como instalar estaciones de lavado de manos y toma de temperatura. En un sistema informal, esto es casi imposible.
La seguridad alimentaria de la ciudad también es clave. Una que depende de los alimentos que se produzcan por fuera de esta para sobrevivir, será mucho más vulnerable a una eventual cuarentena que una que es capaz de producir sus propios alimentos.
Si tu ciudad quedase aislada, ¿a cuántos días estaría de quedarse sin comida? Si se recomienda no ir a mercados o espacios con gran densidad de personas, ¿cómo se accedería a alimentos básicos a una escala más local? ¿ deberíamos repensar nuestros sistema de producción y consumo?
Lavarnos las manos con frecuencia se ha vuelto el nuevo matra (y está bien) pero ¿se han puesto a pensar cuántos baños públicos hay en su ciudad? Muchas personas que trabajan en la calle como choferes, taxistas o ambulantes no tienen un baño cerca para seguir las recomendaciones.
La información también juega un rol clave en la contención de enfermedades y quiénes suelen verse marginados de los canales de comunicación digital suelen ser las personas más pobres y vulnerables.
Una ciudad con puntos de wifi y recarga gratuitos y una comunicación oportuna en buses, estaciones de transporte masivo (incluyendo en lenguaje braille), pueden hacer una gran diferencia.
Finalmente, un punto clave del que se habla poco: la infraestructura social. Un factor que aumenta la vulnerabilidad de los adultos mayores es la soledad y el aislamiento.
Una ciudad que cuenta con espacios públicos donde los adultos mayores pueden reunirse y establecer vínculos, es una ciudad donde estos cuentan con una red de seguridad mayor, al tener amigos y conocidos que se preocupen por ellos.
