Thread by @periodistan_

El proyecto más ambicioso llevado a cabo alguna vez por un empresario argentino.
¿La recompensa? Una ganancia multimillonaria, inmensa, desmesurada, colosal.
¿Los riesgos? Nada más y nada menos que la vida.

La increíble aventura de Carlos Bulgheroni en el Afganistán talibán.

1) Primero un contexto.

Empecemos en 1979. La URSS invade Afganistán en apoyo al gobierno comunista de ese país.
"Será una guerra express", pero no; el territorio inconquistable se defiende vigorosamente.
Los mujaidin, con ayuda occidental, resisten y vencen.
1989: adiós, URSS.

2) Adiós URSS, 1ro de Afganistán pero después del mundo.
1991: cae el muro de Berlín, Gorbachov anuncia el final de la experiencia comunista.

Una consecuencia importantísima: las cinco repúblicas soviéticas de Asia Central se independizan.
Kazajos, turkmenos, kirguises: libres.

3) Decir libres es decir, principalmente, libres para comerciar.
Supongamos: Uzbekistán.
Durante décadas, todos sus caminos conducían a Moscú o Kiev.

Ahora, puede elegir a quién le vende su algodón: Occidente, obvio, pero también India, Irán...
Se abren mercados gigantescos.

4) Los empresarios del mundo enloquecen: ¡Podemos entrar al mercado de la URSS!

Entre todos ellos, aparece Bulgheroni, con su empresa Bridas. Un argentino en el juego de las grandes potencias.
Pero un argentino demasiado ambicioso y con sed de protagonismo y de hacer historia.

5) Bridas es una compañía argentina de explotación petrolera y de gas.
Fue fundada en 1948 y con el tiempo se diversificó a otras ramas, por ejemplo la generación eléctrica.

La mayoría de sus proyectos estaban en América. Hasta que Bulgheroni ve la oportunidad de Asia Central.

6) En 1992, apenas desintegrada la URSS, Bulgheroni firma un contrato con el presidente de Turkmenistán, el megalómano Saparmurat Niyazov.

Comienza la explotación de los campos gasíferos turkmenos.
Y en 1995, Bridas descubre gigantescas reservas en el bloque Yashlar.

7) Yashlar es un campo de gas con reservas de 800.000 millones de metros cúbicos, más de lo que tiene todo Argentina.
Es, básicamente, una mina de oro gaseoso.

El gran problema es que estaba el gas, pero faltaban los gasoductos para transportarlo.
Y Turkmenistán está lejitos...

8) Entonces, un día a Niyazov y Bulgheroni se les ocurre una idea titánica.
Construir un gasoducto que transportara el gas de Turkmenistán hasta Pakistán.
¿Por qué Pakistán?
¡Porque tiene mar!

Desde el puerto de Karachi, el gas podría salir al mundo.
Un proyecto colosal.
Pero...

9) Siempre hay un pero.
De Turkmenistán a Pakistán, el gasoducto debería pasar por Afganistán.

Y en Afganistán se vivía una salvaje guerra civil. Los talibanes dominaban cada vez más territorio, pero las milicias de Massud, Dostum, Ismail Khan resistían.
Era un desastre.

10) ¿Cómo se llegó a esto en Afganistán?
Simple: una vez que la guerra contra la URSS termina, todos los mujaidines (combatientes) reclaman su parte.
Encima las etnias: los pashtunes, hazaras, tayikos; todos se matan.
Anarquía total.
Miles y miles de muerto/as.
El fin del mundo.

11) En ese contexto de estado fallido, aparecen los talibán: los más fundamentalistas.
Sin ningún prurito: no importa si eras embajador, de la ONU, médico/a, nada; sanguinarios.

(Pero en esa anarquía, la gente los apoyaba porque ponían orden, y eso era lo que faltaba: orden)

12) En 1996, los talibán toman Kabul.
El país es casi de ellos: pasan a ser "gobierno", son los que mandan.

Y ahí lo vemos a Bulgheroni: en tal vez el acto más arriesgado de la historia empresarial argentina, viaja a Afganistán a negociar el gasoducto.
El premio es muy grande...

13) Con la venia de Niyazov, Bulgheroni negocia con los talibán: se sienta a tomar té en las montañas con ellos.
También viaja a Pakistán: se pone a la presidenta, Benazir Bhutto, de su lado.
La ganancia era para todos: Turkmenistán, los talibán, Bridas, Pakistán...
Todo cerraba.

14) El gran problema es que no se puede construir un gasoducto en un país anárquico, en donde en cualquier momento te cae una bomba.
Para invertir hacía falta paz; la paz la traía un gobierno fuerte; los únicos en condiciones de gobernar eran los talibán.

¿Pero y los excesos?

15) Negocios son negocios: no importa con quién.
Eso es -aunque muy discutible- 'entendible' en un empresario.
Pero para un gobierno, negociar con unos líderes extranjeros que ejecutan personas en estadios y no dejan que las mujeres vayan al hospital es todo un tema.

¿Entonces?

16) El apoyo a los talibanes es secreto: Pakistán ayuda mucho.
Primero por el gasoducto.
Segundo: para tener una ruta libre con la que comerciar con Asia Central.
Tercero: tener un gobierno que debe favores en el país vecino.

Mientras, el temerario proyecto de Bulgheroni avanza.

17) En 1997, una delegación talibán visita Buenos Aires.
Llegan a las oficinas de Bridas; ese día, las secretarias se visten cubriéndose casi todo el cuerpo, para no importunarlos.

Pero para ese momento había sucedido algo que cambiaba los planes, embarraba toda la cancha.

18) Unocal, una empresa petrolera de EEUU, se había metido en la pelea.
Hasta el último de sus días, Bulgheroni sostuvo que le robaron la idea, los llevó a juicio.

Pero en ese momento, eso no contaba. Los 'yankees' se ponen en el bolsillo a Niyazov: Turkmenistán cambia de bando.

19) Para darse una idea: así como Bridas invitó a los talibán a BA, Unocal los invitó a Houston: los fundamentalistas afganos conocieron la NASA, fueron al zoológico.

El gobierno de Bill Clinton apoyaba a Unocal. El gasoducto trans-afgano era un negocio impresionante para todos.

20) Que quede claro: EEUU, que sabía que los talibán lapidaban mujeres y prohibían la música, entre otras salvajadas, los apoyaba en silencio porque...NEGOCIOS.
Todos los gobiernos lo hacen.

Cuando te hablen de los “paladines de la democracia”, “el mundo libre”... ya sabés 😉

21) De hecho, el cambio de opinión del gobierno de EEUU hacia los talibán se debió en gran parte a la presión de grupos feministas, que rechazaban los tratos con los afganos.

Digamos que Clinton (y Hillary) no estaban en un buen momento para ponerse en contra a las mujeres...

22) Unocal termina saliendo de la pelea. Pero, pese a todo el esfuerzo realizado y a la gran batalla contra varios gigantes, Bulgheroni también.
Se frustra el gasoducto.

La razón principal: era imposible pensar en un Afganistán pacífico; no había forma de darle para adelante...

23) Conté el 1% de la historia: se han escrito varios libros sobre Bulgheroni, los talibán y Unocal.
Faltó por ejemplo la influencia rusa en el asunto, la iraní...
Todos jugaban sus cartas en Afganistán, y las siguen jugando.

Es demasiado apasionante (y muy trágico a la vez).

24) Las fotos de Bulgheroni en Afganistán las publicó por 1ra vez Darío D’Atri, en Clarín, el 14/9/97.
Sin dudas, uno de los trabajos periodísticos más espectaculares de los últimos tiempos.
Aquí pueden ver el diario de ese día.
clarin.com/economia/Bulgh…

25) Más allá de lo que se piense de la ética empresarial, es innegable que Bulgheroni tenía un coraje increíble y daba la cara por sus proyectos.

Diferente a algunos empresarios hoy: mandan hablar a sus sirvientes en radio y TV para defenderlos
Pero ése es otro tema.
¡Abrazo!

FUENTES: Hay MUCHO escrito sobre el tema. Recomiendo particularmente el libro de Ahmed Rashid que publiqué en un tweet anterior, y vale mucho la pena lo que escribió D'Atri.

Afganistán te envuelve: es tan atrapante...