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El hilo de hoy comienza con una pregunta: ¿Qué tienen en común estas tres fotos? 
Retrato de Felipe III por Velázquez ( 1634), Liz Taylor durante un rodaje (1969), reina Letizia en el desfile de las Fuerzas Armadas (2017)
¿Ya lo tenéis? Es más bien una prueba de agudeza visual, dentro zoom.
Se trata de la Perla Peregrina, una de las gemas más fascinantes y deseadas de Europa y tiene una historia igual de fascinante detrás.
Llamada Peregrina no por los viajes que realizó sino atendiendo a las acepciones 5 y 6 del diccionario de la RAE.
Su tamaño y forma inusual hacen de ella una perla única, pero la pregunta es ¿se trata de la misma perla en las 3 fotos?
Sí y no, os cuento.
Sí y no, os cuento.
La historia cuenta que fue hallada por un esclavo africano en el Archipiélago de la Perlas, en Panamá, en 1515.
Años más tarde sería ofrecida a Felipe II por el alguacil mayor de Panamá que la había llevado a Sevilla. Aquí empieza su leyenda.
Aunque la perla llega a manos de Felipe II en 1580 muchos afirman que ya aparece en este retrato de María Tudor( 1516-1558), su 2ª esposa.
Y es que otros defienden que llegó a Felipe II por herencia de su padre Carlos I, y sería la que lleva Isabel I en este cuadro de Tiziano.
Lo que está claro es que es la perla Peregrina la que luce Isabel de Valois, 3ª esposa de Felipe II, adornando su pelo en este cuadro.
Aquí formaba parte del Joyel Rico de los Austrias junto a un fabuloso diamante que Felipe II regaló a Isabel de Valois por su matrimonio.
El Estanque era un brillante de 100 quilates que junto a la perla Peregrina formó una de las joyas más famosas de la historia.
A partir de aquí es sencillo seguirle la pista a través de los retratos reales, en este lo luce Ana de Austria, 4ª esposa de Felipe II.
De aquí pasaría a Felipe III como hemos visto en el primer tuit del hilo y también luciría el joyel su esposa, Margarita de Austria.
Su hijo Felipe IV se lo entregaría a su primera esposa, Isabel de Borbón, que quedó maravillada por el Joyel Rico de los Austrias.
Su segunda esposa, Mariana de Austria, también lo luciría, esta vez en el pelo.
El hijo de esta y Felipe IV, Carlos II "el hechizado", hechizó a su vez a María Luisa de Orleans con el Estanque y la Peregrina.
Durante la guerra de sucesión y la llegada de los borbones, Felipe V trata de vender varias joyas, incluida la Peregrina, pero no lo hace.
La Peregrina sobrevive también a la destrucción del alcazar madrileño de 1734 pues la luce María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV en 1800
Y aquí llegamos al reinado de Pepe Botella y la guerra de independencia, tras la cual huye a Estados Unidos con la Peregrina y el Estanque.
El Estanque sería recuperado por Fernando VII y engastado en la empuñadura de una espada, a la Peregrina aun le quedaba mucho por vivir.
José Bonaparte se la legó al futuro Napoleón III quien la vendió hacia 1848 al marqués de Abercorn, que a su vez la vende a una joyería.
Dicha joyería trata de vendérsela a Alfonso XIII que quería recuperarla y regalársela a su futura esposa Victoria Eugenia de Battenberg.
No llegan a un acuerdo y la Peregrina pasa por las manos de dos multimillonarios estadounidenses hasta aparecer en una subasta en 1969.
A aquella subasta acude don Alfonso de Borbón y Dampierre para conseguir la Peregrina para su abuela, Victoria Eugenia de Battenberg.
Alfonso puja 20000 dólares, pero el representante del actor Richard Burton llega hasta los 37000 y se lleva la ansiada perla.
Un mes más tarde Burton regalaría la Peregrina a su esposa Liz Taylor, una apasionada de las joyas, por su 37º cumpleaños.
La actriz la luciría en un breve cameo que hace en la película "Ana de los mil días" y luego la colgaría de un collar de rubíes y diamantes.
La decepción de la Casa Real fue tal que el Duque De Alba, jefe de la casa de Victoria de Battenberg, dijo que la perla era falsa.
La verdadera Peregrina, decía, estaba en manos de Victoria Eugenia de Battenberg como regalo de bodas de Alfonso XIII.
Los especialistas no se creyeron la historia y la casa de subastas lo desmintió, el caso es que desde ese momento tenemos 2 Peregrinas.
Victoria Eugenia de Battenberg legó la perla a su hijo Don Juan, este a su hijo Don Juan Carlos que se la cedería a su esposa para lucirla.
Desde este punto a que doña Letizia la luciera en el desfile de las Fuerzas Armadas solo hay un paso, ¿pero qué pasó con la otra Peregrina?
La más que probable auténtica Peregrina permaneció junto a Liz Taylor hasta el día de su muerte, el 23 de marzo de 2011.
Liz Taylor cuenta en sus memorias que su caniche la mordisqueo en una ocasión, así que cuando la subastó Christie's estaba algo magullada.
Aun así eso no impidió que la Peregrina alcanzase un precio récord: 9 millones de euros.
Un comprador anónimo la adquirió por teléfono.
Un comprador anónimo la adquirió por teléfono.
Seguro que con estos antecedentes la historia de la Peregrina no termina aquí, habrá que estar atentos para ir ampliando el hilo.😉💍
Fin.
Fin.
