Thread by @Profeta_Baruc

El hilo de hoy comienza en la estación de Montparnasse, y lo hace de una forma espectacular, pues en esta estación parisina un tren atravesó la pared en 1895.

La causa del accidente se achacó a un fallo de los frenos y a un exceso de confianza del maquinista. Los viajeros del tren sufrieron diversas heridas, pero una mujer que regentaba un kiosko a la entrada de la estación no tuvo tanta suerte, fue la única víctima mortal.

Algo más de tres décadas después del accidente, Léon Druhot, un editor de una revista de cine, pasea por la estación cuando repara en otro kiosko donde venden chuches y juguetes. No da crédito a lo que ve.

Si habéis visto "La Invención de Hugo" de Scorsese ya sabréis que lo que sorprende tanto a Druhot es que la persona que regenta el kiosko es Georges Méliès junto a su esposa Jeanne d'Alcy.

Su padre era dueño de una fábrica de calzado, pero en 1888 Méliès vende su parte del negocio familiar a sus hermanos y se compra un teatro. Cierto día un vecino le dio una invitación para acudir a la presentación de la pantente de sus dos hijos, Louis y Auguste Lumière.

Su invento era el cinematógrafo y Méliès se quedó fascinado. Supo ver mejor que nadie la capacidad que tenía este nuevo invento para crear ficciones. Desarrolló su propio proyector y construyó el primer estudio cinematográfico de Europa. Nacía el Cine.

Méliès haría más de 500 películas cortas a lo largo de su vida, introduciendo efectos especiales y trucos de cámara que le convertirían en el mago del cine. Su obra maestra fue sin duda Viaje a la Luna (1902) que resume en una icónica imagen lo que es el cine.

Con guión de su hermano Gaston, Viaje a la Luna se basó en relatos de Julio Verne y H. G. Wells. Curiosamente a Méliès le reportó poco beneficio, pues con el cine nació también la piratería. Técnicos de Alva Edison en EE.UU. se hicieron con copias y las distribuyeron.

Verne y Wells son considerados por muchos los padres de la ciencia ficción, y sus novelas hicieron que se mirase al espacio de otra manera. Célebre es la adaptación radiofónica de "La Guerra de los Mundos" de Wells que hizo Orson Welles, provocando el pánico en Nueva York.

Pero hay un episodio de la vida de Wells que merece ser contado. Su padre, Joseph Wells, fue un jugador de cricket de primera línea y Herbert (la H. es de Herbert y la G. De George) recibió una invitación para formar parte de un equipo de cricket único en la historia.

¿Os imagináis un equipo que alinease a Peter Pan, Winnie The Pooh y Sherlock Holmes? ¿Y qué además pretendiese fichar a Mowgli y al Padre Brown?
Pues ese equipo era el Allahakbarries.

Fundado a finales del siglo XIX por J.M. Barrie, el autor de Peter Pan, el nombre Allahakbarries se debe curiosamente a un error de traducción, creía que 'Allah Akbar' significaba "Que el cielo nos ayude", estaba formado por parte de los mejores escritores ingleses de la época.

El equipo evidentemente era un desastre, Barrie les recomendaba no calentar antes de los partidos para no dar confianza al rival. Tanto Wells como Kipling y Chesterton recibieron invitaciones para jugar en el equipo pero no hay evidencias de que lo hiciesen.

El mejor jugador del equipo era Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. En su juventud había jugado en la máxima categoría, destacando también en fútbol y golf.
Los Allahakbarries pondrían fin a su aventura con el inicio de la 1ª Guerra Mundial, cuando todo cambió.

Europa se desangró en la trincheras, y entre las millones de víctimas de la contienda se encontraba un hijo de Doyle, lo cual dicen que hizo que su fascinación por lo paranormal se transformase en obsesión.

Doyle creía sin fisuras en el espiritismo, estaba convencido de que había personas que podían comunicarse con los muertos. Iba incluso más allá, como en el caso de las Hadas de Cottingley.

Dos niñas presentan unas fotos donde se las ve jugando con hadas, ellas dicen que son verdaderas y la noticia da la vuelta al mundo. muchos dudan o directamente dicen que las niñas mienten, Doyle está entusiasmado. Durante el resto de su vida creería que esas fotos eran ciertas.

Para Doyle los grandes magos de su tiempo eran personas con habilidades paranormales, daba igual que le explicasen el truco, se aferraba a sus teorías espiritistas. Es por eso que admiraba a Harry Houdini y trabó amistad con él en un viaje que el mago hizo a Londres en 1920.

Houdini era totalmente opuesto a Doyle en sus creencias. Tras la muerte de su madre trató de ponerse en contacto con ella a través de varios médiums y gracias a sus conocimientos se dio cuenta de que todos eran un engaño. Dedicaría el resto de su vida a desenmascarar estos timos.

Desenmascaró a multitud de farsantes, incluidos los españoles Joaquín Argamasilla (que aseguraba poder ver a través de objetos opacos) y Faustino Chacón "el hombre incombustible". Con Doyle se mostraba más respetuoso.
Aquí junto a Abraham Lincoln, en una foto que él trucó.

Su amistad con Doyle se hizo añicos cuando este le dijo que su esposa, Jean Leckie, era médium y podría comunicarse con su difunta madre. Houdini asistió a la sesión y observó como Jean, en trance, comenzaba a escribir frenéticamente. Houdini tomó un folio y guardó silencio.

Houdini no dijo en aquel momento que su madre no sabía inglés y que nunca le llamaría Harry, siempre le llamaba Erik, pues ese era su verdadero nombre, Erik Weisz. Posteriormente publicaría sus impresiones en un artículo que Doyle consideró una grave ofensa.

Curiosamente Houdini siguió batallando después de muerto. Dejó un código secreto a su mujer y le dijo que si alguna vez un médium contactaba con él le daria dicho código. Evidentemente nadie lo logró.

Erik Weisz eligió el nombre artístico Harry Houdini debido a un mago francés llamado Jean-Eugène Robert-Houdin, para muchos el padre de la magia moderna y que fue el ídolo del joven Weisz.

De familia de relojeros, Houdin transformó la magia. Se compró un pequeño teatro y comenzó con números de mentalismo. Pronto su fama creció y su magia también. Si habéis visto El Ilusionista el número del árbol de naranjas está basado en un truco suyo.

Pero de todos sus números de magia el más sorprendente de todos fue el que le encargó Napoleon III en 1856, evitar una guerra.
Argelia era por entonces una colonia francesa y ciertas regiones mostraban indicios de sublevación debido a la influencia de santones que usaban magia.

Así que para Argelia se fue Houdin con la misión de vencer a los magos locales. Uno de sus números consistía en usar el electromagnetismo para fijar un caldero al suelo y decir que su magia era capaz de debilitar al más fuerte de los hombres. También atrapó balas con los dientes.

Poco tiempo después de su exitosa misión en Argelia se retiró a escribir sus memorias y moriría en 1871. Su viuda vendería su pequeño teatro en 1888 a un joven que había abandonado el negocio familiar por su pasión, la magia.

Ese joven no era otro que Georges Méliès, que entró en contacto con el ilusionismo en Londres, a donde su padre lo había mandado a trabajar. Luego vendría el episodio de los Lumiére y Méliès trasladaría esa magia al cine.

Méliès maravillaría al mundo, hasta que las nuevas compañías cinematográficas y algunas decisiones equivocadas lo apartan del cine. Desencantado, monta una pequeña tienda de juguetes y caramelos en la estación de Montparnasse donde años después Druhot lo rescataría del olvido.

De nuevo se cierra el círculo, y aunque parezca que hemos hablado de muchas cosas, en realidad sólo hemos charlado sobre magos y cricket.
Espero que os haya gustado, al menos tendréis alguna historia para contar.😉
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