Aquello que acertadamente se suele denominar como “falsa oposición” no es simplemente un grupo de cómplices, corruptos, pusilánimes e "ingenuos". Es un bloque político que tiene intereses históricos. Ellos tumbaron a CAP II y abrieron las puertas del infierno.
Esos intereses históricos se terminan de definir con Gómez y se cristalizan con el Pacto de Punto Fijo y podemos resumirlos en la construcción de un Estado diseñado para producir renta y proteger a una sociedad de cómplices “cívico-militares”.
Cuando veamos los comportamientos erráticos o extraños de esa “oposición” como ganar a la AN pero renunciar a su poder o cantar fraude una noche y abrazar al tirano en la mañana, o cuando la veamos pedir productos nacionales (¿Polar?) en los CLAP, no pensemos que son unos tontos.
Ellos están protegiendo su "ideario nacional", ellos más que nadie necesitan de la “patria” que los proteja de un mundo globalizado en el cual son incapaces de competir. Son estas "falsas élites" la que mantienen a esta "falsa oposición".
Y éstas preferirán siempre al chavismo antes que una intervención internacional (de cualquier tipo), que libere a Venezuela del proteccionismo de rapiña y haga que las grandes masas nacionales puedan ser parte del mundo como mano de obra industrializada y no como peonía barata.
