, 30 tweets, 3 min read Read on Twitter
En una mañana cualquiera de un pequeño municipio de México, la actividad inicio como todos los días. Todos sabían quiénes se dedican a qué.

Aunque ese día a todos les faltaba algo. Lo mismo.
En la tarde de ese día cualquiera en un espacio cerrado de internet la tragedia empezó a escribirse. Un espacio donde solo los vecinos y pobladores podían comunicarse, un grupo cerrado de Facebook.
44,774 almas podían ver leer esa esquela anticipada.
Una tragedia más que inició con los dark posts de Facebook.
Y la voz se corrió. Y del espacio en Facebook donde solo los vecinos y pobladores podían participar, el rumor saltó a Whatsapp.
Se difundió que aquello se estaba regalando.
La invitación se hizo pública.
Corrió de dispositivo en dispositivo. De pueblo en pueblo.
Ahuehuepan, Tlaxcoapan, Atitalaquia y otros municipios cercanos.
La hydra digital asomó su fea cara una vez más y reclamaba tributo de sangre.
La hydra digital que repta de ojo en ojo, de dispositivo en dispositivo.
Como antes ha pasado ya.
La hydra digital, el monstruo de mil cabezas, sin rostro, sin identidad, que es todos, pero no es nadie, que sale de la pantalla y tiene voz de boca en boca.
¿Fue una chispa de la electricidad estática de la ropa?
¿El calor y la ignición del motor de los carros que fueron acercados?
¿Una bala al aire producto de la euforia de la verbena?
¿Un fumador que en su adicción ignoró el riesgo donde y cuando menos debía?
¿O una mente retorcida que esperó el momento adecuado?
Después de horas de impregnar el aire de ese vapor que ya había intoxicado todo, se había metido por los poros de la piel, y en la oscuridad, como los sacrificios donde el fuego arrebata hasta dejar menos que cenizas.
Los miles de ojos de todos y nadie que forman a la hydra digital captaron el momento.
Pocas veces hay testigos de primera mano de una matanza de tal magnitud, sin filtros, sin adornos.
Pocas veces puede verse sin filtro seres humanos arder hasta morir. Hasta reducirse a cadáveres humeantes. A montones de cenizas. A menos que cenizas y quedar solo como manchas en el piso.
Esa tarde cualquiera, la hydra digital fueron todos, fue nadie, los convoco, los sedujo, los llevo. El tributo de sangre era la tragedia esperando pasar, como ya antes lo ha hecho.
La hydra digital en su poder seductor se esconde en nadie moviendo a todos. Las barreras de la ética y la moral se difuminan, igual que la responsabilidad, la conciencia, y hasta el mínimo instinto de supervivencia.
La hydra digital lleva a seres que, en su primera prioridad básica deberían procurar sobrevivir, meterse a un charco de gasolina hasta las rodillas, bañarse en ella, respirarla, transpirarla.
La hydra digital canta palabras poderosas, certeras. Las correctas para quienes las quieren escuchar.
"Se regala. Entonces, no es robar."
"Todos lo están haciendo. Entonces, nadie es responsable."
"Ellos ya fueron. Entonces, yo no tengo la culpa."
"Hace falta. Es necesario. Porque no nos lo han dado."
La hydra digital también hace ruido.
Clama. Grita. Vocifera.
Arrebata la voz de los otros, de esos a los que toma en el sacrificio.
Y hace que se oiga en todos los rincones donde se asoman a contemplar la tragedia.
-¡Ayúdame güey! ¡Me muero!
-¡Ruédate en el piso!
-¡Date vuelta, date vuelta!
-¡Tíralo al piso!
Gritos. Más gritos. La hydra digital tiene la voz del horror.
-¡Oye pinche loco hijo de su puta madre!
-¡¿Por qué güey?!
-Le echó lumbre, güey
-¡No manches!
-Sí, ¡qué poca madre!
Carne quemada. Almas arrebatadas. La resaca que deja la embriaguez de gasolina.

La hydra digital gusta de los desplantes, de exhibir sus tributos. Los difunde, corren de pantalla en pantalla para quienes incrédulos están al pendiente.
Desde que alguien "pico el tubo".
Desde el primer teclazo dado para convocar a la verbena ahogada en gasolina.
Desde que el ente disforme "todos" perdió la razón.
Aquello era una catástrofe esperando suceder.

La pira fúnebre en la que la hydra digital en sus miles de voces que son todos, pero no son nadie, ya había decidido cobrar su sacrificio.
Esa noche, las siguientes semanas, meses. Años. La hydra digital hará lo que sabe hacer.
Seguirá repartiendo ideas, complots, apresurando culpas casi siempre infundadas. Preparando todo para el siguiente tributo de sangre que calme su necesidad de atención.
Cuando surja el siguiente "dicen que.... Están robando niños. Están saqueando negocios. Se está cometiendo una injusticia. Están regalando eso, que a todos hace falta."
Y mientras, algunos pequeños entes, con la mala entraña que no debería ser propia de un ser humano, explotarán para sus propios y mezquinos intereses lo que la hydra digital les dejó.
Missing some Tweet in this thread?
You can try to force a refresh.

Like this thread? Get email updates or save it to PDF!

Subscribe to Leo García
Profile picture

Get real-time email alerts when new unrolls (>4 tweets) are available from this author!

This content may be removed anytime!

Twitter may remove this content at anytime, convert it as a PDF, save and print for later use!

Try unrolling a thread yourself!

how to unroll video

1) Follow Thread Reader App on Twitter so you can easily mention us!

2) Go to a Twitter thread (series of Tweets by the same owner) and mention us with a keyword "unroll" @threadreaderapp unroll

You can practice here first or read more on our help page!

Follow Us on Twitter!

Did Thread Reader help you today?

Support us! We are indie developers!


This site is made by just three indie developers on a laptop doing marketing, support and development! Read more about the story.

Become a Premium Member ($3.00/month or $30.00/year) and get exclusive features!

Become Premium

Too expensive? Make a small donation by buying us coffee ($5) or help with server cost ($10)

Donate via Paypal Become our Patreon

Thank you for your support!