Fijaos en cómo fluye su protoplasma en busca de alimento. Es digno del maestro Lovecraft.
Si sometemos a Physarum a condiciones adversas cada 60 minutos, este empezará a anticiparse a los cambios. Es más, seguirá respondiendo cada hora aunque dejemos de atormentarle.
Crédito: deviantart.com/alexandreev/ar…