1/ Una de fraudes electorales. Era 1988 en México, el Frente Democrático Nacional encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas había electrizado a los votantes y había conseguido la nada despreciable hazaña de unir a toda la izquierda e incluso a parte de la derecha light decente. 
2/ La votación me pesca siendo corresponsal de Excélsior en Querétaro. Me toca ver cosas feroces, como gente en la Sierra votando sin privacidad alguna, bajo la mirada de los militares. Sin embargo, se mascaba un revés para el férreo sistema priísta.
3/ El día de las elecciones, el flamante sistema informático de recuento electoral va dando resultados alarmantes, el PRI está perdiendo... de pronto "se cae" el sistema informático. Cuando vuelve a funcionar, el PRI va ganando. Todo en orden. Y gana.
4/ A medio país el asunto le hizo maldita la gracia y empezaron las movilizaciones contra lo que parecía a todas luces un fraude. Me toca ver, en la proclamación del triunfo en el PRI de Querétaro, a un viejo militante priísta que empieza a gritar "Viva Cárdenas". Tensión.
5/ La gente mira hacia el candidato que considera su presidente para que lidere. Cárdenas, hombre sereno, empieza a recorrer el país. Me toca estar con él en otro pueblo en la sierra queretana. La gente lo espera impávida en la plaza mayor.
6/ Un representante del pueblo da un paso al frente y dice "¡Usted ordene, ingeniero!" Veo que algunos van armados. Si Cárdenas dice "a marchar sobre la capital", marchan. Nudo en la garganta. Cárdenas toma la palabra. Dice que hay muchos indicios de fraude, pero no hay _pruebas_
7/ Y sin pruebas no se puede ser irresponsable. Empieza a explicar que lo que se debe hacer es construir un partido. En los meses siguientes continuará dándole forma a lo que sería el PRD, proyecto esencialmente socialdemócrata después destruido por los corruptos.
8/8 El responsable político (y más) del fraude fue el secretario de gobernación: Manuel Bartlett. Desde entonces nunca dejó de vivir de la política hasta que hoy es director de la Comisión Federal de Electricidad. Muchos ya lo perdonaron. Otros no somos capaces de entender nada.
P.S. Aunque voté por Cárdenas, nunca fui militante del PRD y no fue sino hasta 1993 o así que me hice parte del equipo de comunicación de Cárdenas, siempre sin sueldo. Perdimos en 1994, ganamos la Ciudad de México en 1997 y perdimos en 2000.
