Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia de unos presos que se escaparon de la cárcel con tal de ir a pelear para defender su ciudad.

Nuestra historia es algo complicada porque para que se diera tuvieron que pasar muchas cosas, y aunque técnicamente los hechos de este relato sucedieron hace más de 200 años en Madrid, en realidad la historia empezó muchos siglos antes, más de dos mil años antes, para ser exactos

Y empezó en la antigua Macedonia (no la actual “Macedonia del Norte, ellos se robaron el nombre y por eso los griegos los odian), me refiero a un país antiguo llamado “Macedonia” (que hoy está al norte de la actual Grecia)

En aquella época, las polis griegas despreciaban a los macedonios, los llamaban “Griegos de segunda”, y se burlaban de ellos.

Todo cambio cuando en ese lugar recóndito de la tierra surgió un hombre que cambiaría el mundo.

“Megas Aleksandros” era su nombre, los romanos lo idolatraron y se referían a él como “Alejandro Magno”, y ese joven logró conquistar a todo el mundo que se conocía en ese entonces, su sueño era unir a todos los países y liberarlos del yugo de las grandes potencias (Persia).

Es casi imposible resumir la corta vida de Alejandro (Murió a los 32 años), pero logró grandes hazañas, murió como señor de la tierra, Faraón de Egipto, líder de los griegos, y ni siquiera la muerte lo detuvo, su leyenda no ha hecho más que crecer con los siglos.

Y por eso de vez en cuando surge algún hombre en la historia que determinado a emular a Alejandro, logra grandes cosas, personajes de todos los siglos lo han, amado, Julio César, Calígula, el famoso general Patton y Napoleón.

Napoleón estaba obsesionado con Alejandro.

Cualquiera que conoce la historia de Alejandro se termina enamorando del Rey Macedonio y Napoleón no fue la excepción, se dio cuenta que Alejandro tenía algo que lo separaba del resto de los hombres y ese algo era pasión, y así, imitando a Alejandro, terminó conquistando Europa.

O casi toda Europa, pero mejor pueden leer su historia aquí:

Y sigamos con Napoleón, que engañó a los Españoles y con el pretexto de conquistar Portugal le pidió al rey Carlos IV pasar por su territorio.

https://twitter.com/RafaelPoulain/status/937167480635584512

La corona española estaba bastante debilitada, venía de una costosa guerra contra los ingleses y además se veían venir problemas internos, Fernando, el hijo del rey Carlos IV, estaba planeando quitarle el trono a su padre.

Napoleón se aprovechó de la crisis y firmó un tratado.

En dicho tratado, España y Francia se iban a repartir Portugal luego de que Napoleón la conquistara, los españoles dejaron entrar tropas francesas a su territorio y cuando se dieron cuenta, ya habían sido casi conquistados de manera muy astuta.

La cosa terminó con algo muy curioso, el Rey de Portugal movió la capital de sus colonias a una de sus colonias, o sea, la corte se movió de Portugal a Brasil

Y se dice que el rey Carlos IV planeaba hacer lo mismo (pero huir a México) sin embargo su hijo le arrebató el trono

El Rey Carlos IV huyó a Italia (de dónde era su esposa) pero en muchos lados aún lo consideraban monarca español, por eso él y su hijo el ahora rey Fernando VII acudieron con Napoleón para que sirviera de juez en el conflicto.

Pero Fernando era traicionero.

E incluso se sabe que le mandó una carta a Napoleón jurándole lealtad y obediencia, incluso le confesó que le gustaría ser adoptado por Napoleón.

Y bueno total que bajo esa premisa se llevó la reunión y al final Napoleón le dio el trono a...

Ninguno, Napoleón puso en el trono español a su hermano, José Bonaparte, aquel al que los españoles llamarían “Pepe Botella”,

Pero Fernando VII se quedó a vivir a todo lujo en un palacio mientras su pueblo se moría de hambre y pensaban que era un prisionero.

Todas esas luchas internas hicieron que las colonias se dirigieran de manera más autónoma y poco después, todos los países del continente americano que pertenecían a España se independizaron (menos Cuba y Puerto Rico), pero ya les contaré eso luego, porque lo peor está por llegar

Si bien, Fernando VII pasó a la historia como un soberano egoísta, traicionero y sin escrúpulos, el pueblo no lo sabía, de hecho el defender a la familia real fue uno de los muchos motivos por el cual los Madrileños se levantaron en armas y pelearon contra los franceses.

Cuando los españoles vieron que los últimos dos miembros de la familia real abandonaban Madrid, la gente pensó que los franceses se lo llevaban contra su voluntad e inició una lucha callejera para defenderlos.

La cosa terminó en una revuelta y todos querían ser parte de ella.

Mamelucos y soldados de napoleón masacraron al pueblo madrileño que nunca dejó de luchar, las mujeres también pelearon y arrojaban maquinas de coser, agua hirviendo y los enceres de cocina que pudieran herir a los franceses que pasaban bajo las ventanas de sus casas.

Por las calles se escuchan gritos de “A la caza del gabacho”.

Como dato curioso, “gabacho” quiere decir “el que vive cerca Del Río Gabas”, que es un río francés.

Pero con el tiempo gabacho se utilizó para referirse despectivamente a todos los franceses.

El pueblo llano estaba defendiendo la patria como los reyes y sus soldados no lo habían hecho y cualquier madrileño con algo de orgullo quería pelear, y eso nos lleva al palacio de la Santa Cruz, que está a unos metros de la plaza mayor y fungía como cárcel en ese entonces.

Y en dicha prisión un grupo de presos estaba escuchando todo el alboroto, ellos querían una oportunidad de salir a defender su patria, le dijeron a los guardias que les permitieran salir a pelear y daban su palabra que después de la batalla volverían.

Los guardias dijeron...

… que era imposible dejarlos salir.

Y los 56 hombres se amotinaron, a través de una carta enviada al alcalde de la prisión, dieron su palabra de honor de salir de volver al día siguiente luego de haber luchado.

Al ver que el motín crecía, el alcalde los dejó huir.

Asesinaron a todos los gabachos que encontraron a su paso, incluso se sabe que se robaron un cañón y se fueron abriendo paso por las calles de a Madrid.

Al final todo fue inútil, fue una masacre para el pueblo español, que el pIntor Goya retrató.

Eso lo cambió para siempre.

Pero ya les contaré de Goya en un hilo aparte, por lo pronto regresamos a la prisión dónde con sorpresa vieron llegar a 51 de los 56 presos.

4 habían muerto defendiendo a la patria y uno más se había escapado cuando iban de regreso.

El preso que escapó dijo...

... que iría con su novia, tras visitarla fue a una taberna con amigos y regresó a la cárcel.

Al final había dado su palabra.

Al final era una persona de honor.

Y así termina este relato, pero nos deja una valiosa lección y es que...

El honor se ha ido perdiendo, uno debe hacer lo correcto siempre, sin importar la circunstancia, jamás se arrepientiran de hacer lo correcto, es más, incluso si los traicionan o lastiman.

Si ustedes cambian, porque les hicieron mal, entonces el mal ha ganado.

Fin.