Thread by @pifbarahona

¿Sabíais que la actriz que interpretó por primera vez un orgasmo en el cine fue la inventora entre otras cosas del wi-fi, Catwoman y Blancanieves están inspiradas en ella o que se sospecha que fue una espía? Hay mucho más en la increíble historia de Hedy Lamarr. 👇👇👇

El 9 de noviembre en Austria se celebra “el día de los inventor” y se escogió esa fecha porque ese día de 1914 en Viena nació Hedwig Eva Maria Kiesler. Hija única de un matrimonio burgués judío,desde muy pequeña destacó por inteligencia e inquietud y estuvo muy ligada a su padre.

En cambio, con su madre, que era pianista, no tuvo al principio buena relación porque quería tener un hijo al que llamarle George. Ya con cinco años desmontó una caja de música y la volvió a montar, fue el inicio de su afición por la ingeniería y los inventos. Esa caja de música

aún la conserva uno de sus hijos. Cuando paseaba por Viena con su padre, banquero pero también aficionado a la ingeniería, este le explicaba como funcionaban tranvías, semáforos y demás aparatos.
Con un coeficiente intelectual muy por encima de la media, la joven Maria Kiesler

comenzó estudios de ingeniería a los 16 años pero también tenía mucha atracción por las artes porque sus padres la llevaron desde pequeña al teatro, a la Opera en Viena y a espectáculos de danza. A los 19 años aburrida de estudiar abandonó la carrera y comenzó a estudiar

interpretación con Max Reinhardt, una de las piezas claves en la modernización del teatro y el expresionismo en el cine.
Era 1933 y Eva Maria se encontraba explorando los límites de la expresividad y la libertad y aceptó protagonizar ÉXTASIS de Gustav Machaty.

Esta película tiene una importancia histórica porque es considerada la primera en la que una actriz interpreta un orgasmo, además también se tiene como la primera película “comercial y convencional” en la que aparecía un desnudo íntegro. La actriz era nuestra protagonista del

hilo y la película supuso todo un terremoto social: el Papa la condeno públicamente desde el Vaticano y Hitler quiso prohibirla (además, recordad, Eva Maria era judía). Tras el escándalo la joven Maria Kiesler no renunció a su vena artística e hizo unas cuantas películas más

alemanas e incluso un músical con éxito. Pero ÉXTASIS seguía persiguiéndola y un magnate de las armas austriaco, Friedrich Mandl, se fijo en ella. Este multimillonario, conocido como el Henry Ford austriaco, se encargaba de construir y distribuir armas para Hitler y Mussolini e

incluso era amigo íntimo de ellos, aunque Hitler trataba de que no les vieran en público porque Mandl era judío.
Friedrich se fascinó con la joven Eva Maria y pactó con el padre de esta un matrimonio que podría facilitarle mucho la vida por el futuro que estaba por llegar.

Ese matrimonio fue una prisión infernal para la futura estrella, se sentía recluida y reducida a un simple adorno. Además su nuevo marido se obsesionó y trató de comprar todas las copias de ÉXTASIS para hacerla desaparecer, aunque no lo consiguió, espiaba sus conversaciones

telefónicas y lo más extravagante y creepy: sólo podía desnudarse o bañarse si él estaba presente.
Durante estos años sucedieron varias cosas, la primera que volvió a sumergirse en estudios de ingeniería, la segunda que comenzó una relación sentimental con una de sus sirvientas

y la tercera que comenzó a acudir a cenas y fiestas en las que coincidía con los altos mandos nazis e incluso con Hitler y Mussolini. En esas fiestas siempre hablaban de las armas de su marido y Eva Maria tenía conocimientos de ingeniería y se empapaba de toda la información

relativa a avances armamentísticos. Incluso acudía a cacerías en donde demostraba su destreza abatiendo a animales a mas de 300 metros.
Soportaba la esclavitud de su matrimonio hasta que falleció su padre (al que amaba más que nada) e hizo de verdad suya la frase que siempre le

recordaba: “se tu misma, haz lo que quieras siempre y no te conformes con menos”.
Eva Maria elaboró un plan de escape de ese matrimonio, aunque hay dos versiones sobre el mismo. Una versión dice que durante una cena de gala se deslizo por una de las ventanas del baño y huyó hasta

la estación donde salía un tren hacía París, cargada con todas sus joyas escondidas en el vestido. Otra versión, la que cuenta ella misma, es que eligió una criada unos días atrás que se parecía mucho a ella, le puso somníferos en la bebida y cuando se durmió se puso un traje de

sirvienta que ella misma había confeccionado para que tuviera doble forro y meter todas sus joyas, se hizo pasar por la sirvienta para salir de la casa y cogió una bicicleta hasta la estación de tren.
La cosa es que acabó en París y de allí viajó a Londres donde tenía familia de

sus padres. Allí pasó cierto tiempo y un día en el que fue al cine vió el logo de la METRO GOLDWYEN MEYER y se prometió a sí misma que aparecería en esas películas.
El destino quiso que poco tiempo después Louis B. Meyer, el gran mandamás de de la MGM acudiera a Londres a

entrevistarse y contratar a todas las actrices y actores que huían del nazismo. La joven Eva Maria no hablaba casi inglés y acudió a una reunión con Meyer gracias a los contactos de la familia que le acogía. En esa reunión Meyer le ofreció un contrato de muy poco dinero (estaba

aprovechándose de la oportunidad de tod@s l@s que quería huir) y muy digna ella dijo que no y abandonó la reunión.
Pero como ella estaba obstinada con lograr trabajar en cine, decidió embarcarse en el NORMANDIA, un barco trasatlántico que viajaba a Nueva York y que llevaba entre

sus pasajeros a la comitiva de la Metro, incluido Louis B. Meyer.
Eva María tenía claro que si lograba hacerse la encontradiza con Meyer en traje de baño o de deporte, caería rendido a sus encantos. Finalmente lo que hizo fue ponerse un vestido prestado, ponerse las joyas que

tenía y apareció en el salón principal durante la cena acaparando la atención de todos los asistentes. Meyer en ese momento (ni la recordaba de la entrevista) quiso contratarla para sus películas y consiguió Eva Maria un contrato de siete años a 500 dólares semanales en ese mismo

trayecto y eso que tan sólo aprendió unas pocas frases en inglés para negociar. Durante este trayecto ocurrió una de las decisiones mas determinantes en la vida de Eva Maria y es que Meyer quería borrar su pasado de ÉXTASIS y presentarla como un gran descubrimiento, así que le

crearon su nombre artístico: HEDY LAMARR. El apellido Lamarr es por una actriz de cine mudo de la que estuvo enamorado el propio Meyer, Bárbara La Marr. Tan entusiasmado estaba el dueño de la MGM que telegrafío a USA desde el NORMANDIA para que los periodistas estuvieran en el

puerto de Nueva York esperando al nuevo gran descubrimiento de la Metro Goldwyen Meyer.
Desembarcó en NY como Hedy Lamarr y decenas de periodistas la esperaban para fotografiarla y conocer a la nueva estrella. Este fue el “otro desembarco de Normandia” (ya, lo se… pero tenía

que hacer la broma).
Estamos en 1937 y Hedy se sentía por primera vez libre totalmente y feliz del estilo de vida americano con un buen sueldo y muy cerca de sus sueños. Pero no dominaba el idioma, su contrato era por siete años, comenzaba a perder proyectos y solo le ofrecían

guiones que no le convencían y todo resultó ser porque de alguna manera se destapo que ella era la protagonista de ÉXTASIS, así que tuvo que interpretar uno de los mejores papeles de su vida y en una importante entrevista se echo a llorar confesando que le habían obligado a hacer

la película manipulándola por culpa de los pervertidos directores europeos.
Su suerte en el negocio cambió al conocer en una fiesta al actor Charles Boyer, que cautivado con Hedy le pide que trabaje con él y aunque ella le insiste en que aún no domina el inglés y siente miedo,

Boyer le promete que le cogerá de la mano y estará con ella todo el tiempo protegiéndola. Así logra su primer papel en ARGEL en 1938, protagonizada por Charles Boyer la película trata sobre ladrones en Francia y Lamarr interpreta a una ladrona que esconde mucho sobre ella (le

venía al dedo el personaje). Hedy renunció al judaísmo y siempre negó sus orígenes religiosos, tal vez un poco condicionada por todo lo que había vivido en su matrimonio y en la etapa pre-nazi de ocupación donde ya se recortaban los derechos civiles de los judíos.

El éxito de ARGEL proporcionó a Lamarr más papeles en films como LADY OF THE TROPICS junto a Robert Taylor, ESTA MUJER ES MÍA junto a Spencer Tracy y sobre todo CAMARADA X de King Vidor junto a Clark Gable y FRUTO DORADO también junto a Gable y Tracy. Tuvo que convencer a Meyer

de que le diera este papel.
En estos años y por estas películas Lamarr destaca por su belleza y magnetismo. Su estética y look crean tanto impacto que las demás estrellas comienzan a copiar su peinado, color de pelo y se maquillan para parecerse lo más posible a Lamarr.

Era tal ese impacto que por ejemplo en BATMAN #1 en primavera de 1940 aparecía por primera vez en un comic el personaje Selina Kyle “La Gata” que posteriormente sería “Catwoman” y que estaba claramente inspirada en la gran estrella del momento Hedy Lamarr.

Pero es que ya unos años antes Walt Disney y sus dibujantes se habían fijado en la recién llegada estrella de la Metro para inspirarse en el aspecto de Blancanieves.
En esta época se enamora de Gene Markey pese a que medio Hollywood la deseaba, Markey era un productor que le

recordaba enormemente a su padre y eso fue vital para ese enamoramiento ciego que incluso les llevó a adoptar a un niño (del que ya hablaremos más adelante). Su matrimonio sólo duró un año por culpa de las infidelidades de Markey (muchas mujeres querían conocer al que había

seducido a Lamarr).
Durante este matrimonio Lamarr rechazó ser la protagonista de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ en favor de Vivien Leigh (una de esas actrices que transformaron su aspecto para parecerse a Lamarr). Mala decisión puesto la película se convirtió en el mayor éxito de la

historia de la cinematografía. Pocos años después volvería a equivocarse al rechazar también LUZ QUE AGONIZA y sobre todo CASABLANCA, ambas protagonizadas por Ingrid Bergman, la que consideraron su gran rival en la pantalla.
En 1940 comienza una frenética carrera de rodaje tras

rodaje agotador, los grandes estudios explotaban a sus estrellas hasta la extenuación, incluso les daban pastillas estimulantes y drogas para que rindieran y luego somníferos para que descansaran. Rueda seguidas un montón de películas (nueve en menos de tres años) y Lamarr

convertida en un referente de glamour choca con los planes de Louis B. Meyer que la quería explotar como sex symbol. Según dicen,Meyer dividía a sus actrices en dos grupos: vírgenes y putas. Había colocado a Hedy en el segundo grupo. Pese a esta vorágine de rodajes Hedy al llegar

a casa se dedicaba a inventar. Si, Hedy siempre desarrolló una necesidad de inventar que le venía desde aquella cajita de música en Viena. Montó un laboratorio en casa e incluso Howard Hughes le regaló un mini laboratorio para su caravana de rodaje y que pudiera seguir inventando

mientras tanto. Hughes fue otro de sus amantes (“un amante muy soso, el peor que tuve”) pero compartía con él los conocimientos y pasión por la ingeniería. Al contrario de su primer marido que la prohibía ir a sus fábricas (para que nadie la mirara), Hughes le abrió las puertas

de par en par a Hedy para que deambulara por las instalaciones y preguntara lo que quisiera, incluso dio ordenes a sus ingenieros y científicos de ayudarla en todo lo que pidiera.
Con la guerra llamando a las puertas de USA, Hughes quería hacer sus aviones más rápidos para

vendérselos al ejército, pero no encontraba la fórmula. Lamarr estudió los diseños y compró todos los libros que pudo sobre aves y peces, analizó las alas y aletas de los animales más rápidos y los adaptó al diseño aeronáutico de los aviones de Hughes, que acabó adaptando en

parte para sus mejores modelos.
Junto a uno de los químicos de Hughes inventó una cubito efervescente para echarlo en un vaso de agua y convertirla en coca cola. La idea era que militares o trabajadores llevaran los cubitos y sólo tuvieran que mezclarlos con agua para obtener un

rico refresco. La idea era buena y funcionaba… pero las distintas calidades de las aguas hacía que no en todas funcionara igual.
Después de romper con Hughes y mientras seguía rodando (NO PUEDO VIVIR SIN TI, LAS CHICAS DE ZIEGFELD, CENIZAS DE AMOR) conoce a otra persona clave

en su vida, George Antheil, un famoso músico y compositor.
Antheil había perdido a su hermano menor Henry, diplomático, en un ataque al avión en el que viajaba y que es considerado la primera baja oficial de USA en la II GUERRA MUNDIAL. Esta pérdida marcó mucho a George y en su

interior siempre hubo una necesidad de vengar y de hacer algo por ayudar en la guerra.
Lo mismo le ocurría a Hedy, que mientras triunfaba en Hollywood seguía muy preocupada las noticias que venían de Europa. Ya había logrado hacer llegar a su madre hasta Londres, pero tenía miedo

de hacerla cruzar el Atlántico porque los británicas estaban desbordadas.
Hedy y George se conocieron en una fiesta y Lamarr se interesó por la intelectualidad y carácter del músico, al salir de la fiesta Hedy le escribió con pintalabios su número en el parabrisas y George no

perdió la oportunidad de conocer más a esa fascinante mujer.
Al poco de conocerse ambos pusieron en común sus inquietudes y sopesaron pedir unirse al consejo de inventores de Washington para poder ayudar en la guerra. Juntos comienzan a trabajar en la idea de cómo podrían los

torpedos británicos hacer frente a los submarinos nazis y Lamarr tiene una brillante idea: teledirigir los torpedos mediante señal de radio, pero había un problema y era que esa señal de radio podría ser interferida por el enemigo y controlar dichos torpedos. Durante esos días

salió al mercado uno de los precursores de mandos a distancia “La caja mágica de Philco”, que mediante radiofrecuencia desde un pequeño aparato se podrían cambiar diales de radio. Hedy ingenió el concepto de poder transmitir distintas señales de radio y Antheil aplicó su

conocimiento musical de sincronizar pianolas (era un experto) para crear patrones de salto de frecuencia y así poder transmitir sin que el enemigo pueda interferir.
Cuando presentaron la idea al consejo de inventores la vieron con muy buenos ojos y les pusieron en contacto con

un físico del IMT que terminó de desarrollar el invento.
Hedy y George firmaron la patente y la cedieron gratuitamente al consejo con la condición de que percibirían dinero solo si el invento era usado por el ejército.
George llegó a hablar con el almirante en jefe de la marina

pero este se despacho con: “¿meter una pianola en un torpedo?, vete de aquí”.
El invento se denomina SALTO DE FRECUENCIA y fue guardado en un cajón con el sello de Top Secret.
Cuando Hedy trató de vender personalmente la idea a los altos mandos y políticos, estos le dijeron que

ella sería más útil subastando sus besos y haciendo gira por todo el país vendiendo bonos de guerra. Finalmente Lamarr optó por hacer lo que le dijeron (de alguna manera quería ayudar) y logró vender 25 millones de dólares en bonos, que al cambio hoy serían 350 millones, y eso

Hedy aún ni tenía la nacionalidad estadounidense.
De 1942 es WHITE CARGO en dónde hace un personaje hipersexualizado y vacío destinado a una película que sólo pretendía “subir el ánimo”de las tropas. Esta interpretación fue motivo de burlas años después en sketches y referencias

cinéfilas.
Harta de que no le dieran papeles interesantes y de que la vieran sólo como un cuerpo, Lamarr hizo algo que no había hecho nunca antes una actriz,producir su propio cine.
En 1946 es la productora de LA EXTRAÑA MUJER, protagonizada por ella misma y que no obtiene mucho

éxito.
De 1943 a 1947 estuvo casada con John Loder, un actor con quien tuvo dos hijos y que también adoptó a James, el hijo adoptivo del anterior matrimonio.
En Hollywood no gusta que un actor produzca sus propias películas y mucho menos que sea una actriz y es poco a poco

apartada de muchas oportunidades. Con su madre ya en California y su carrera tambaleándose al igual que su economía, Lamarr decide perseguir a Cecil B. DeMille hasta convencerle de que le de un papel protagonista en alguno de sus proyectos bíblicos. Así es como consigue el papel

principal en SANSON Y DALILA de 1949 que es el gran éxito del año y de la década, la película más taquillera solo por detrás de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ. Esta película vuelve a aupar la carrera de Lamarr y rueda EL DESFILADERO DEL COBRE, MUJER SIN PASAPORTE y MI ESPÍA FAVORITA y

con el dinero ganado y ahorrado con sus nuevos éxitos vuelve a invertir en su propia película, aunque esta vez escondiendo que era ella quién estaba detrás de la producción. LA MANZANA DE LA DISCORDIA de 1954 es una gran producción en la que Hedy interpreta tres personajes

principales, tres mujeres históricas (Josefina Napoleón, Helena de Troya, Genoveva de Brabant).
Antes, entre 1951 y 1952 tuvo un tercer matrimonio con un tipo llamado Teddy Stauffer, que regentaba night clubs entre otros negocios. Ni ese matrimonio ni su aventura empresarial

salen bien y Hedy vuelve a arruinarse. En estos años Hedy comienza a engancharse a las drogas, por culpa sobre todo de Max Jacobson (conocido como Doctor Feelgood). Este médico realmente era una especie de camello de las estrellas de Hollywood y se dedicaba a inyectarles lo que

él llamaba vitaminas cuando realmente se trataba de metanfetaminas. Su relación con Jacobson se dilató durante quince años hasta que a este le retiraron la licencia. Obvio de donde viene su pseudónimo “Feelgood”, por ejemplo durante el rodaje de LOS DIEZ MANDAMIENTOS,

Cecil B. DeMille sufrió un infarto y pidió que viniera Jacobson quien le trató e inyectó y el propio DeMille dijo: “Que por favor pinche a Heston a ver si se espabila que Moisés tiene que ser alguien más activo”.
En 1953 conoce al magnate del petróleo Howard Lee y se muda con

todos sus hijos a Texas, donde se casan y comienza una vida alejada del cine ya que en estos años tan sólo rueda LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD (1957) de Irwin Allen y THE FEMALE ANIMAL (1958), que sería su última película.
Durante su matrimonio Hedy convence a su marido de comprar

un terreno en Aspen y construir una estación de esquí, VILLA LAMARR, al estilo austriaco. Este proyecto se convierte en su única ilusión estos años, pero el alcoholismo de Lee y la adicción a las pastillas de Lamarr precipitan el divorcio en 1960.
Aquí comienza el descenso a los

infiernos de Hedy. Durante el juicio del divorcio uno de los hijos de Hedy casi muere atropellado mientras montaba en bicicleta y en un estado de nervios y pastillas alterado, Lamarr decide no ir al juicio por su divorcio y envía a una doble a testificar en su lugar. Este hecho

enfada muchísimo al juez que le da la razón a Lee y Hedy pierde todo derecho a indemnización. Ella solo quería Villa Lamarr pero se quedó sin nada.
Comienza un profunda depresión que llega a su punto álgido cuando detienen a Hedy por robar en una tienda.

Se convierte en un escándalo y más cuando Lamarr llevaba encima 14.000 dólares en metálico. Este hecho fue muy notorio y aunque acabo absuelta fue centro de critica y burlas. Lamarr se había convertido en una parodia. Precisamente este acontecimiento le cierra las puertas de su

regreso al cine con LA MUÑECA DE TRAPO y le acaban dando el papel a Zsa Zsa Gabor.
Vuelve a casarse en 1963 con el abogado Lewis Boies, pero el matrimonio apenas dura un año en un nuevo fracaso amoroso de Lamarr. Se le atribuyen muchos romances a parte de los mencionados, por

ejemplo John F. Kennedy, al que en la primera cita le pidió que le trajera naranjas.
Tras su último matrimonio dejó a los hombres atrás y se refugió en las drogas y en las operaciones estéticas a las que acabó volviéndose también adicta.
Desde 1957 comenzó con los retoques,

incluso en esto fue pionera ya que estudió anatomía para decirle a los cirujanos donde recortar y dónde poner las cicatrices. Durante muchos años toda mujer en California y parte de USA que quería someterse a una operación estética pedía los arreglos de Hedy Lamarr.

A mediados de los 60 firma un acuerdo con la MGM para publicar sus memorias (necesitaba el dinero) y dos escritores “fantasma” relatan en una biografía más de 50 horas de entrevistas. Hedy Lamarr nunca estuvo contenta con ese libro del que reniega porque dice que sólo contaban

las cosas para que fuera comercial.
Casi arruinada a finales de los 60 pregunta a conocidos por su patente de 1942 del salto de frecuencia y es cuando descubre que su invento es la base del guiado de los drones de vigilancia que se están usando en Vietnam.

Legalmente se pierden los derechos de una patente si no la renuevas pasados unos años (Hedy no sabía esto) y técnicamente ya había pasado, pero se supo años mas tarde que ese invento ya se usó en la década de los 50 para las comunicaciones de la marina y que en la crisis de los

misiles de Cuba de los 60 todos los navíos americanos llevaban ese sistema de comunicación en sus radios. Es decir, el gobierno de USA le debería haber pagado.
Y aquí surge una de las teorías sobre la vida de Lamarr que nunca se ha confirmado y que sobrevoló siempre alrededor de

ella.
El gobierno de USA nunca se fío de Hedy Lamarr por su pasado relacionado con los nazis y Mussolini. La CIA creía que Lamarr era una espía porque daba mucha información técnica de armamento militar alemán y luego apareció con este invento de telecomunicaciones.

No creían que una actriz que salía desnuda en películas europeas, fingía un orgasmo y había seducido al presidente de la MGM en un barco sin apenas saber inglés fuera en realidad una genio y conocedora de ingeniería. Se elaboró la teoría de que Hedy era realmente una espía y

estaba dando información válida para confiar en ella y ese sistema que inventó era realmente una invención que ya conocían los enemigos y lo usarían a su favor si los aliados lo ejecutaban. Por eso, una vez finalizada la II GUERRA MUNDIAL, volvieron a sacar del cajón ese invento

y lo usaron durante la guerra fría. Nunca se sabrá si realmente lo inventó Hedy o eran instrucciones que ya traía desde Europa para boicotear el armamento aliado.
Pero como ya veremos en un rato, parece que fue lo primero.
En los años 70 Hedy se recluyó en Nueva York y siguió

consumiendo pastillas y sometiéndose a operaciones estéticas, las cuales a medida que avanzaban los años la dejaban peor y por intentar arreglarlas empeoraba aún más las cosas, por eso no se dejaba ver en público.
Sus nietos cuentan que les enviaba fotos de ella en su plenitud

como estrella autografiadas, como si en lugar de familia fueran fans. Tal vez creía que si todo el mundo la quería por eso, sus nietos también pensarían igual.
En los 80 completamente arruinada y escondida ya no quedaba ni rastro del glamour que había hecho famosa a Lamarr.

Solo percibía una pensión de 300 dólares del sindicato de actores. En 1990 concedió una entrevista que hace muy pocos años fue rescatada y es la base del documental BOMBSHELL, sobre su vida. Esa entrevista fue la primera que puso el foco en su faceta como inventora e hizo que la

comunidad científica investigara si todo lo que Lamarr decía era cierto, porque de serlo estábamos hablando de que Hedy fue la inventora de: wifi, bluetooth, el sistema de comunicación del Gobierno y Presidente de USA, de muchos satélites, de sistemas de la NASA y de

muchísimas más aplicaciones actuales. Habría sido multimillonaria, hoy su invento está valorado en 30.000 millones de dólares. Aunque hay que decir que después de morir dejó un total de 3 millones de dólares a sus dos hijos biológicos (los habría ahorrado?, su seguro?, bienes?,

quien sabe, la vida de Hedy es siempre enigmática).
Esa propia comunidad científica fue la que confirmo la invención de Hedy y su valía como inventora, recibiendo varios reconocimientos del mundo científico. Ella se limitó a decir: “ya era hora”.
En 1997 su hijo acudió a recoger

el premio Pioneer de la fundación Electronic Frontier y ella le interrumpió en pleno discurso llamándole al móvil (si, yo al ver las imágenes pensé ¿Ya había móviles?) para ver como había ido. Ella se negaba a que la vieran en público.
Por eso como decía al principio

el 9 de noviembre es “El día del inventor” en Austria reconociendo esa faceta de la que fue toda una estrella de Hollywood. En 2014 tanto Hedy como George Antheil ingresaron en el “Inventors Hall of Fame” de USA.
Otro de los misterios de su vida fue el de su hijo James.

Se supone que su primer hijo fue una adopción suya y de su marido James Loder y que unos años después decidió renunciar a él ya que el joven James era un niño problemático. Su madre lo ingresó en una academia militar en donde el chico conoció un profesor de gimnasia que lo cuidó

y entendió. El chico le dijo a su madre que quería quedarse a vivir con ese profesor y su mujer y Hedy despechada le dejo ir.
Incluso a su hermana Hedy le ocultó lo de James hasta que un día mirando unas fotos de ella de pequeña preguntó a su madre quien era ese niño que

aparecía en las imágenes. Bueno, pues resulta que ahora hay informaciones que dicen que realmente James fue hijo biológico de Lamarr y que tal vez hay alguna razón por la que siempre quiso ocultarlo y renegar de él. Un nuevo misterio en la vida de Hedy Lamarr.

En sus últimos años Hedy se aficionó al programa QUIERES SER MILLONARIO y sus amigos contaban que les llamaba por teléfono para adelantarles las respuestas.
Pocos días antes de morir llamó a sus hijos para decirles el 1 de enero del 2000 que pusieran la televisión que salía

Viena (concierto de año nuevo), ciudad que añoró toda su vida y que no dejó de recordar nunca. Murió el 19 de enero en Florida y sus cenizas se esparcieron en un bosque cercano a Viena.
La empresa Corel ha usado su imagen para muchos de sus productos.

En la actualidad la actriz Gal Gadot es muchas veces comparada con Hedy Lamarr y precisamente la actriz israelí va a interpretar una miniserie basada en ella (material tienen de sobra).

“Cualquier chica puede ser glamurosa, todo lo que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”. Investigando sobre ella esta frase adquiere tantos significados como misterios envuelven su existencia.

Lo que está claro es que la vida Hedwig Eva Maria, luego Hedy, es apasionante, misteriosa y magnética, como su talento y belleza.

Si no retuiteas este hilo el gobierno robará todas tus brillantes ideas.