Septiembre de 2008. Hace 10 años. En un despacho de Zaragoza se reunían políticos de PP y PSOE con un objetivo: unirse contra el Gobierno. Esta es una historia de deuda, IBI y las ‘balas’ que Gallardón dejó en los cajones de Madrid. HILO 👇#crisisdememoria
El alcalde de Zaragoza, el socialista Belloch, convocó el 9 de septiembre en el Ayuntamiento a los concejales de Hacienda de las mayores ciudades. Tres gobernadas por el PSOE (Zaragoza, Sevilla y Barcelona). Tres, por el PP (Madrid, Valencia, Málaga). elpais.com/diario/2008/09… 
Acudieron Madrid y Málaga. Tenían un problema común con Zaragoza. Aún no había quebrado Lehman pero, se diga lo que se diga, la crisis era ya una realidad y los ayuntamientos más endeudados se enfrentaban, sin el dopaje del ladrillo, a la orden de recorte del gasto del Gobierno.
El borrador de Presupuestos para 2009 decía que la nueva financiación para los ayuntamientos iba a bajar por primera vez en años. De repente no se vendía suelo, no se pedían licencias de obra como antes y les pedían déficit cero hasta 2011. Se empezó a hablar de quiebra.
Belloch reconoció haber recibido llamadas del PSOE para que desconvocase la reunión, que iba contra las decisiones del Gobierno socialista de Zapatero. Su respuesta fue: “Un alcalde es un alcalde y aquí manda la Corporación, no los partidos políticos”.
Las alegrías de la Expo del Agua de Zaragoza, cuya clausura fue un día antes de quebrar Lehman, se convertían en un lastre. Y lo serían más con el tiempo, como contamos en este capítulo, dada la pésima planificación y el mantenimiento que nadie calculó.
La situación de Zaragoza era complicada pero había un alcalde con motivos para estar mucho más preocupado que el Consistorio maño.
El Ayuntamiento de Madrid tenía más deuda que las otras cuatro ciudades de mayor tamaño juntas. Y eso suponía deber más que la suma de Barcelona, Zaragoza, Valencia y Sevilla. Una losa que iba a costar mucho, pero mucho tiempo deshacer.
Antes de contar cómo llegó Madrid a esa situación, un pequeño viaje en el tiempo para entender cierta forma muy particular que tienen algunos de entender lo público. Con ustedes: los Ruiz-Gallardón Utrera. Un matrimonio descendiente de políticos.
El joven Alberto tiene claro que quiere dedicarse a la política pero su padre le da un consejo. Para estar bien en política lo mejor es poder marcharse cuando uno quiera. ¿Cómo? Logrando plaza de funcionario. Un futuro sin salir de lo público. Se lo contó aquí a @Buenafuente
Conseguido el puesto fijo, con el cinturón de seguridad puesto, Gallardón pide la excedencia voluntaria y entra en la asesoría jurídica de Alianza Popular, la formación que ha fundado su padre, entre otros, uniéndose a un conocido amigo de la familia: Manuel Fraga.
Gallardón tiene tanta ambición como paciencia. Si no logra escaño de senador por Palencia, lo conseguirá como representante de la Comunidad de Madrid. Si no logra a la primera ni a la segunda la presidencia de la Comunidad, lo hará a la tercera, aún con 36 años. (Aquí, en 2011).
Lo relevante para esta historia es que, en la Comunidad de Madrid, Ruiz-Gallardón ensaya la que será la herramienta estrella que utilizará años después para endeudar el Ayuntamiento de la capital sin que nadie le eche el freno. Crear empresas.
Así nace Mintra, la empresa autonómica encargada de acometer las ampliaciones de la red de Metro. La clave está en endeudar a estas empresas y no sumar su deuda al total de deuda pública. En 2005, Europa dice que de eso nada. cincodias.elpais.com/cincodias/2005…
Para entonces, Gallardón ya no está al frente del Gobierno regional. Desde 2003, es alcalde del Ayuntamiento de Madrid. Desde su llegada, inicia el que ya en campaña ha dicho que será su gran proyecto: el soterramiento de la M-30, la carretera de circunvalación de la ciudad.
Es una obra de récord. Se utilizan las dos mayores tuneladoras del mundo, Tizona y Dulcinea, que trabajan al mismo tiempo por primera vez en una ciudad. Y se pide el mayor crédito solicitado por un ayuntamiento en España: 2.500 millones de euros.
Gallardón sabe que Europa pondrá problemas. Y lo sabe su ingeniero contable: Juan Bravo. Por eso idean un tipo de empresa especial. Una empresa mixta: 80% pública y 20% privada. Los socios seleccionados son el grupo ACS y Ferrovial.
La teoría de Gallardón es que esa empresa asume el riesgo financiero del gigantesco crédito. A cambio, los socios privados reciben dinero por tres vías: el contrato blindado del mantenimiento de la M-30 durante 35 años, intereses y dividendos.
Para cumplir el acuerdo crearon un armazón contable absurdo por el que se cuelan cientos de millones de euros. En este vídeo explicamos cómo logró Gallardón que los socios privados siguieran ganando igual incluso después de pasar la deuda al Ayuntamiento.
Lo hace con un cambio en el contrato justo antes de irse a ser ministro. elespanol.com/economia/20151…
La deuda de la M-30, que pasa en 2011 a depender directamente del Ayuntamiento, no es la única que afronta Madrid. La realidad es que Gallardón endeudó al Consistorio con créditos hasta el año 2030. Y hay algo más…
Gallardón cargó a Madrid con créditos que pagaban solo intereses durante años, dejando la devolución para el final. Pidió incluso préstamos bullets, de un solo pago, una bala disparada contra legislaturas futuras considerado un instrumento de alto riesgo.
Por eso, cuando Belloch llama a formar un frente de alcaldes contra los ajustes de cinturón que quiere imponer Solbes ya con la crisis encima, Gallardón se une con entusiasmo. Sus últimas cuentas eran solo otra prueba de la orgía en que había vivido Madrid.
El 15 de septiembre de 2008 quiebra Lehman Brothers, una situación que tendrá sus consecuencias en el mundo financiero mundial, como contábamos en este capítulo. También hay un antes y un después en las administraciones públicas españolas.
Los ayuntamientos ya saben que la crisis va a ser larga, que el ladrillo no va a recibir financiación y ellos han perdido por largo tiempo esa jugosa fuente de ingresos. Llegan los tijeretazos. Madrid paraliza escuelas infantiles, centros de mayores…
Un momento, un momento. ¿Con cerca de 7.000 millones de euros de deuda, a Madrid le faltaban equipamientos sociales básicos? ¿Cómo es posible? Tomen un café relajante y seguimos.
Nadie celebra la vida como los españoles, decía Botella defendiendo la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos. ¡Ojo! Los de 2020. En septiembre de 2008, cuando empezaron los recortes, Madrid se presentaba a los de 2016, su segundo intento, lo único que se salvó de la tijera
Pero recortar no era suficiente. La ciudad más endeudada de España necesitaba incrementar sus ingresos y no iba a tardar ni un mes en empezar a anunciar subidas de impuestos, nuevas tasas y otras malas noticias para los madrileños.
El IBI ha sido un arma clave para los ayuntamientos durante los años de crisis, con subidas tanto porcentuales como facilitadas desde el catastro. El aumento de su peso en los ingresos es muy claro en casos como el de Madrid.
En los municipios de la costa, la situación se volvió dantesca. Nadie como ellos era ladrillodependiente en España. Playa Burbuja es la investigación de @Datadista de los excesos de la burbuja en el litoral mediterráneo peninsular. Se vende aquí. tienda.datadista.com/products/playa…
Gallardón no se quedó a ver cómo terminaba la historia de la deuda con la que había cargado a Madrid.
Cuando Rajoy ganó las elecciones a finales de 2011 lo nombró ministro de Justicia. En ese cargo se diluyó la patina progresista del exalcalde. Gallardón intentó sacar adelante una Ley del aborto muy restrictiva y al no lograrlo dejó el Gobierno.
Era el nexo de unión con el pasado de su padre, José María Ruiz- Gallardón, el diputado de AP que había presentado el recurso de inconstitucionalidad contra la Ley del aborto del PSOE de los ochenta. Esa que ahora dicen que fue por consenso.
Al salir de la política, como le había enseñado su padre, no se fue de lo público. Como ex presidente de la Comunidad de Madrid pasó a formar parte del Consejo Consultivo, a razón de 8.500€ al mes. No le duró mucho. elmundo.es/madrid/2018/04…
A Madrid le quedan más de 12 años de amortizaciones de créditos de aquella época. Los caros edificios olímpicos nunca lo fueron. Se fue Gallardón. Nosotros volveremos en el próximo capítulo de #crisisdememoria. Hasta entonces, no se olviden de recordar.
