(abro hilo)
Con calma, contempló el escritorio y disfrutó sentarse por primera vez, en la icónica silla presidencial.
–Una botella del mejor whisky –bromeó– pero ya sabe que no bebo ni una gota.
***
Dos temas que desconocía por ser clasificados, le preocuparon de sobremanera: la guerrilla que estaba creciendo con financiamiento del crimen organizado, y
–Estamos al tanto –le contestó el mandatario– y ya estamos tomando medidas.
–Al gobierno de mi país, le preocupa el impacto económico…
–Señor embajador –le interrumpió– no se preocupe, para eso, he sido electo yo.
No lo estaba.
Caminó hacia el helipuerto. A la poca distancia lo alcanzó su comitiva para ir Puebla en gira de trabajo.