Un gobierno opaco preocupado por cuidar la imagen de un totem sagrado es un factor agravante. Pero.
La tormenta perfecta luce como un día de campo a un lado de esto. Y no porque se haga realidad, sino porque se puede estar invocando una tragedia autocumplida.
Por un lado una de las tribus hará todo por cuidar al gobierno de un solo hombre, ya sea por soberbia o por miedo. Por conveniencia o por sometimiento.
Aunque sean mentiras.
El único, ÚNICO, factor diferenciador es que uno apoya el extremo en el poder, en el gobierno.
En esta época se necesita saberse individuos y hacer valer la propia voz por encima de la masa asustadiza y desesperada.
Pero entonces a la vez el reto cívico es n-veces mayor y desafiante.
El canon diría que si, que se debe demostrar como o porqué es mentira. Pero entonces hay que aprender.
Hay diferencia.
Confrontar a alguien que por iniciativa propia difunda ese tipo de contenido es casi como topar con pared.
Por si la época que tenemos enfrente, que tenemos por delante, no fuera suficientemente desafiante, ahora esto.