Thread by @NetNezva

como muchas personas ben intencionadas, posiblemente por desconocimiento de los procesos, replican el hashtag #FraudeElectoral arranco un breve hilo sobre la cuestión.

se alega que el cambio en el método de transmisión de los telegramas que sintetizan los resultados de cada una de las mesas daría lugar a una maniobra fraudulenta.

el nuevo método implica que en lugar de que el empleado de Correo lleve el telegrama hasta uno de los centros habilitados para transmitirlo (~500 en las últimas elecciones) sea transmitido desde la escuela donde se vota.

creo que va a haber problemas. software desconocido sobre plataformas inseguras y sin ensayos previos a escala son una invitación al desastre. pudo hacerse bien. pero de ahí al fraude hay una gran distancia. [un café y sigo]

definamos 'fraude': 'fraude' es que acceda al puesto electivo en disputa quien no debería haber sido electo/a si los votos se hubieran contado correctamente. otras cosas, como presentar sesgadamente los resultados, son maniobras para moldear opinión pública pero no fraude.

el 'telegrama' (un anacronismo que evoca los tiempos en que se transmitía por telégrafo) sirve al solo propósito del escrutinio provisorio. este es un 'reporte anticipado' que el ejecutivo (NO las juntas electorales) proporciona a fines puramente informativos.

el escrutinio definitivo (el que vale) se hace con base en las _actas_, corrigiendo errores cuando es necesario, de acuerdo con criterios perfectamente especificados en el código electoral.

[nota marginal: estos criterios deberían ser mejorados, y hay otros aspectos del sistema electoral que necesitan un 'aggiornamento', pero no es lo que está en discusión aquí.]

entonces, para que haya fraude deberían suceder dos cosas: 1) que las _actas_ (que NO se transmiten, sino que se envían en sobre lacrado y firmado a las juntas electorales) fueran alteradas; y …

2) que los _certificados_de_escrutinio_ que cada presidente de mesa otorga a los fiscales acreditados que los soliciten fueran alterados. [variante: …

… 2'. que un número abrumador de los fiscales sean tan estúpidos como para no contrastar que lo que dice el certificado se corresponde con la cuenta de votos.]

¿es imposible hacer fraude, entonces? no, imposible no es. si disponés de la suficiente fuerza bruta (al estilo de algunas seudodemocracias africanas o del Asia Central) o los partidos y los ciudadanos no tienen capacidad de control, podés hacer fraude.

no me parece que ninguna de las dos condiciones se de en la Argentina actual (por cierto, para controlar el resultado de una elección presidencial con un margen de error menor a +/-1% hace falta una muestra estadísticamente válida de solo ~9000 mesas)

dije "breve" al principio y patiné. lo dejo acá, pero quien quiera preguntar o refutar con buena intención tiene las puertas (virtuales) abiertas.

nunca confíen en un demonio de Tasmania enojado que escribe "lo dejo acá" :)

parece útil agregar un epílogo en dos partes…

I
si bien una maniobra con los telegramas no sirve de nada en la elección "en serio", puede tener un efecto marginal (que no es fraude en sentido estricto) en las PASO.

una fuerza política podría retocar un poquito los números de escrutinio provisorio en una elección bastante disputada de modo que pareciera que tuvo más votos que su rival más cercano cuando la verdad es al revés.

eso le serviría para rasguñar algunos votos marginales de quienes “votan a ganador” en la general, porque salvo que haya disputa interna dentro de una fuerza política los resultados definitivos de una PASO no le importan a nadie (o casi nadie)

II
podría suceder, como bien me señalaba mi amigo @arilijalad en otro tuit, que un/a candidato/a concediera una derrota con base a cifras de escrutinio provisorio ligeramente alteradas. desdecirse después lo/la colocaría en posición incómoda frente a la opinión pública.

ahora bien, en ese caso hipotético, si la fuerza política en cuestión no tiene la capacidad para llevar control de una elección en su propio interés, concluyo dos cosas: …

a) que se jodan por pelotudos; y
b) que ni en pedo les confiaría los destinos de un país.