Thread by @BoixRichter

Miras a tu alrededor, y tanto si vives en una ciudad o en un pueblo, seguro que te los encuentras. Están en todas partes, bueno en todas no, sólo donde estamos nosotros, los humanos.
¿Cómo se han convertido los gorriones en nuestros compañeros alados?

Es fácil verlos bajo una mesa buscando restos de comida. O paseándose descaradamente entre los platos de una mesa abandonada, picando dentro del plato. Los gorriones parecen tener una estrecha relación con los humanos.

La relación es tan estrecha, que la especie se extinguido localmente de aquellos pueblos que han sido abandonados. El despoblamiento significa muchas veces también el despoblamiento por parte de los gorriones. Como si no pudiesen vivir sin nosotros.

La asociación del gorrión común, ‘Passer domesticus’ con nosotros viene de lejos. Se remonta al neolítico. Y el seguirnos han tenido efectos sobre otras especies de gorriones.

Un trabajo llevado a cabo por Tore Elgvin, Glenn-Peter Saetre y otros investigadores noruegos, reveló hace un par de años que al seguir a los primeros agricultores del neolítico en su camino por Europa, el gorrión común se cruzó con otros gorriones.
advances.sciencemag.org/content/3/6/e1…

Hibridó con el gorrión italiano, ‘Passer italiae’ que hoy se encuentra en Italia y algunas islas del mediterráneo. Pero también lo hizo con el gorrión moruno, ‘Passer hispaniolensis’. Presente en la península ibérica pero también en el Magreb y Oriente Medio.

Aquella hibridación que tuvo lugar junto con la expansión de los campos y la acumulación de grano. A pesar de ese intercambio genético las especies mantuvieron su integridad pero con cambios, demostrando que la hibridación es una fuerza creativa que contribuye a la diversidad.

Las especies que dependen y siguen a los humanos, es lo que los biólogos llaman una especie comensal. Entre ellas encontramos a varios roedores como la ratón común o las ratas, de algunas ya he hablado antes.

https://twitter.com/BoixRichter/status/1111918222578720768

Y algunos insectos, que no todo van a ser siempre vertebrados. ¿Quién no convive con las moscas del vinagre?

https://twitter.com/BoixRichter/status/1123658502344454144

Todas estas especies comensales son distintas a las especies domesticadas, porque los humanos no han participado en su evolución con una selección artificial y dirigida hacia unas características concretas.

Las especies comensales de vivir cerca de nosotros y de nuestros recursos, se han ido adaptando a nuestros ambientes. Pero ha sido la selección natural la que las ha moldeado, no la selección artificial propia de las especies domesticadas.

Esta adaptación conlleva a que con el tiempo las especies comensales sean dependientes de los humanos y nuestras actividades. Fuera de un medio humanizado les cuesta sobrevivir. Ese es el precio a pagar por adaptarse a nosotros.
link.springer.com/article/10.100…

El gorrión común es una de esas especies que sufre nuestra dependencia. Del gorrión se han estudiado muchos aspectos. Se ha estudiado su adaptación a los medios urbanos modernos, pero sorprendentemente se sabía poco de cómo se hizo el gorrión dependiente del humano.

Con el fin de resolver ese enigma, el mismo equipo que unos años antes había desvelado la hibridación que había tenido entre los gorriones europeos y asiáticos, volvió a salir al campo a buscar muestras.

Pongámonos en contexto antes de seguir. Su objetivo era averiguar el origen y cómo fue la evolución del gorrión común: el ‘Passer domesticus’.
royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rs…

Para ello tenían claro que tenían que estudiar el genoma de los otros gorriones emparentados y con los que se había cruzado, con el fin de descubrir qué es lo que hace especial al gorrión común.

Para ello cogieron muestras del gorrión híbrido italiano, ‘Passer italiae’, desplazándose para eso a península italiana y las islas en las que se encuentra.

También del otros con el que híbridó en el pasado, el gorrión moruno, ‘Passer hispaniolensis’. Que ocupa el sur de Europa, el norte de África, Oriente Medio y Asia central.

El gorrión moruno, además coincide con gorrión bactrianus. Un gorrión muy especial dentro de este grupo, que hoy está confinado a partes de Oriente Medio y las estepas del Asia central.

El gorrión Bactrianus se considera una subespecie del gorrión común, ‘Passer domesticus bactrianus’. Pero todo y ser una subespecie, no se híbrida con el gorrión común, a diferencia del moruno y el italiano.

Pero lo más sorprendente es que se trata de un gorrión “salvaje” que evita todo contacto con los humanos. Es un ave migratoria que se mueve con las estaciones y los recursos.

Además, su esqueleto y su dieta son diferentes a los del gorrión común. Por todo ello hay quien considera que se trata de una especie diferente a la del gorrión común que te mira desde la mesa de enfrente. En cuanto te despistes volará a tu plato. Un Bactrianus nunca haría eso.

El Bactrianus se diferenció del que hoy es el gorrión común antes de que éste se adaptase a vivir con y de los humanos.

Si eso fuese así, los científicos pensaron que explorando el genoma de Bactrianus y comparándolo con los otros, podrían rastrear los cambios que permitieron al gorrión doméstico pasar a vivir de los humanos.

Con esa idea, Mark Ravinet y sus colegas secuenciaron:
46 – ‘Passer domesticus’
43 – ‘Passer hispanionilensis’
31 – ‘Passer italiae’
19 – ‘Passer domestics bactrianus’
Para compararlos entre ellos.

Los resultados sugieren que el doméstico y el Bactrianus se separaron aproximadamente hace 11.000 años. El Neolítico empezó hace unos 9.000 años.

Los datos genéticos permiten apreciar que hace 6.000 años las poblaciones de gorrión común se dispararon. El hombre ya había domesticado varias especies y en Oriente Medio vivían asentados de la agricultura y el pastoreo.

La fecha de su éxito coincide con la expansión de la agricultura. Pero, ¿cómo pudo la agricultura afectar al gorrión? ¿Cómo afectó a su genoma? ¿Se aprecia algo?

Encontraron dos genes que especiales en los gorriones comunes. Dos genes localizados el uno junto al otro en el cromosoma número 8. Son el cromosoma COL11A y el AMY2A.

Estos nombres tan poco informativos resultan ser muy interesantes. El COL11A es un gen involucrado en el desarrollo en el cráneo de diferentes animales. El AMY2A es importante en la digestión del almidón.

No son genes propios del gorrión. Por ejemplo, el COL11A está presente en nosotros. Sabemos que una expresión anómala del mismo da lugar al síndrome de Marshall.

El síndrome de Marshall es un trastorno genético que se caracteriza por un aumento en el grosor del cráneo y una estructura facial con alteraciones.

Unas características que coinciden con las observadas con los gorriones comunes. Los gorriones de nuestras ciudades tienen un cráneo más robusto y una estructura craneofacial con un pico más largo que el de los Bactrianus.

Estos cambios se cree que tuvieron éxito al acercarse a los poblados y cultivos humanos. El cráneo robusto y un pico más fuerte les permitió acceder a las semillas más grandes domesticadas por los humanos.

Resulta curioso que en las islas Galápagos la introducción de recursos humanos haya dado lugar a un proceso inverso. Los pinzones de Darwin parecen haber alterado la morfología del pico y perdido fuerza de “mordida”.

onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.11…

Otro gen que fue seleccionado en su proceso de pájaro salvaje a comensal humano, fue el AMY2A. Un gen que pertenece a una familia de genes vinculada con la transición a dietas basadas en almidón, una dieta de semillas.

Se ha observado que hubo cambios en esa familia de genes en los humanos y los perros durante la revolución agrícola del neolítico, hace unos 10.000 años.

Un estudio ha descubierto que tanto humanos como perros multiplicaban el números de copias de estas versiones de su gen a medida que su dieta cambiaba al incluir más granos propios de la agricultura.
nature.com/articles/ng2123

El estudio resulta elegante, no sólo por revelarnos cómo el gorrión se hizo “común” y pasó a depender de nosotros, sino por demostrar que la revolución del Neolítico supuso una presión selectiva común a humanos y el resto de animales que se aprovecharon de la agricultura.

La próxima vez que veas a un gorrión caminando a saltitos bajo tu mesa, piensa que esa relación tan estrecha no es nada nueva, también la experimentaron los primeros agricultores que a través de Turquía entraron con sus cultivos y con los gorriones.

¡Muchas gracias por revolotear y picotear entre estos tuits hasta aquí abajo!