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–“No es tan grave como lo piensas”
–“No pienses así”
–“No te dejes ganar por los nervios”
¿Alguna vez les han dicho eso cuando han referido sentirse ansiosos?
Fav y hablamos sobre mitos de la ansiedad 😊
–“No pienses así”
–“No te dejes ganar por los nervios”
¿Alguna vez les han dicho eso cuando han referido sentirse ansiosos?
Fav y hablamos sobre mitos de la ansiedad 😊
Hablemos sobre los mitos de la ansiedad :)
Para hacerlo y como es usual en esta cuenta, un par de claridades:
1) La ansiedad, al igual que la depresión, es un tema inagotable. Su recurrencia lo convierte en objeto de estudio constante. Se estudia como síntoma y como trastorno.
Para hacerlo y como es usual en esta cuenta, un par de claridades:
1) La ansiedad, al igual que la depresión, es un tema inagotable. Su recurrencia lo convierte en objeto de estudio constante. Se estudia como síntoma y como trastorno.
2) Como en la depresión, existen muchas falsas creencias sobre las causas de la ansiedad. En ese sentido, es común que una persona que sienta ansiedad reciba comentarios relacionados con su actitud.
La diferencia: no es falta de positivismo, sino que todo es una exageración.
La diferencia: no es falta de positivismo, sino que todo es una exageración.
Por eso, vamos a revisar la evidencia que existe sobre la ansiedad, no sin recordar que en psicología no existen “verdades irrefutables”.
Finalmente, reconociendo que la ansiedad puede afectar en nuestra salud, @MesaConS nos ayudará con sus repercusiones a nivel nutricional.
Finalmente, reconociendo que la ansiedad puede afectar en nuestra salud, @MesaConS nos ayudará con sus repercusiones a nivel nutricional.
Empecemos.
Como la depresión, la ansiedad no es cuestión de actitud. Nadie decide SENTIRSE ansioso.
Sin embargo, existe una diferencia entre ansiedad y depresión que es clave distinguir. Esto es, la ansiedad tiene respuestas funcionales y adaptativas.
Como la depresión, la ansiedad no es cuestión de actitud. Nadie decide SENTIRSE ansioso.
Sin embargo, existe una diferencia entre ansiedad y depresión que es clave distinguir. Esto es, la ansiedad tiene respuestas funcionales y adaptativas.
Comprender esto es clave, porque cuando una persona refiere sentirse ansiosa solemos reaccionar como si estuviera exagerando.
Y no es así. Por eso, lo primero que debemos entender es que la ansiedad es una emoción, como lo es la alegría, la tristeza, el enojo, etc.
Y no es así. Por eso, lo primero que debemos entender es que la ansiedad es una emoción, como lo es la alegría, la tristeza, el enojo, etc.
En consecuencia, produce diferentes tipos de respuesta cuando se presenta. Éstas pueden ser de orden fisiológico y sensitivo, condicionadas por el ambiente. Y aunque son diferentes, en principio no suponen un problema para la persona que las presenta.
Para explicarlas mejor, pensemos un momento en una situación que nos puede suponer ansiedad. Por ejemplo, presentar un examen (cuando estudiábamos). Aun cuando nos preparamos para responderlo, es natural que nos sintamos aprehensivos y nerviosos.
¿Por qué?
¿Por qué?
Porque pensamos en las múltiples opciones que pueden darse.
“¿Habré estudiado suficiente?”
“¿Y si me va mal?"
Nuestra respuesta fisiológica se caracterizará (probablemente) por manos sudorosas o porque sentimos un nudo en el estómago o temblor en las piernas.
“¿Habré estudiado suficiente?”
“¿Y si me va mal?"
Nuestra respuesta fisiológica se caracterizará (probablemente) por manos sudorosas o porque sentimos un nudo en el estómago o temblor en las piernas.
A nivel sensitivo, es posible que nos sintamos inseguros, nerviosos o con angustia.
Es normal sentirse así.
De nuevo: la ansiedad es, en principio, una respuesta funcional y adaptativa. Responde a lo que nos demanda el ambiente.
Por eso hay que diferenciarla del miedo.
Es normal sentirse así.
De nuevo: la ansiedad es, en principio, una respuesta funcional y adaptativa. Responde a lo que nos demanda el ambiente.
Por eso hay que diferenciarla del miedo.
El miedo es una reacción ante una situación de riesgo inminente. La ansiedad responde a pensamientos anticipatorios, es decir, es un mecanismo de respuesta ante algo que suponemos puede pasar.
Cuando está en “perfecto equilibrio”, permite cumplir con el objetivo propuesto.
Cuando está en “perfecto equilibrio”, permite cumplir con el objetivo propuesto.
Volvamos al ejemplo del examen, los nervios nos motivan a prepararnos. Y controlarlos es la clave.
Comprender esto, nos permite darle un sentido nuevo a la ansiedad. Es naturalizar una emoción que todos sentimos, aun cuando su intensidad varíe de persona a persona.
Comprender esto, nos permite darle un sentido nuevo a la ansiedad. Es naturalizar una emoción que todos sentimos, aun cuando su intensidad varíe de persona a persona.
Por supuesto, esto no es fortuito, está aunado a nuestro temperamento que incide en cómo reaccionamos.
Ahora bien, ¿en qué momento se vuelve una respuesta maladaptativa, disfuncional o injustificada? La respuesta es: en el momento que afecte nuestra calidad de vida.
Ahora bien, ¿en qué momento se vuelve una respuesta maladaptativa, disfuncional o injustificada? La respuesta es: en el momento que afecte nuestra calidad de vida.
Es decir, que nos obligue a cambiar la rutina o afecte nuestra cotidianidad.
La ansiedad puede producir conductas de evitación o escape. Entre más intensas sean estas conductas, podemos estarnos enfrentando a trastornos de ansiedad, los cuales varían en tipo y respuesta.
La ansiedad puede producir conductas de evitación o escape. Entre más intensas sean estas conductas, podemos estarnos enfrentando a trastornos de ansiedad, los cuales varían en tipo y respuesta.
Miremos la evidencia. De acuerdo a la @WHO, los trastornos de ansiedad están conformados por: trastorno generalizado de ansiedad, fobias, trastornos de pánico, trastorno de ansiedad social, trastorno obsesivo compulsivo y estrés post-traumático.
La OMS estima que el 3.6% de la población mundial padece de algún trastorno de ansiedad. Al igual que la depresión, no distingue edad ni grupo social por lo que un niño puede sufrir de ansiedad tanto como un adulto o un adulto mayor. También se cree la tendencia irá en aumento.
Como en la depresión, muchas personas NO reciben ayuda terapéutica. Y acá es importante hacer otra diferencia respecto a la depresión.
Cuando la función adaptativa de la ansiedad se ve comprometida, es recomendado recibir acompañamiento terapeútico.
¿Por qué?
Cuando la función adaptativa de la ansiedad se ve comprometida, es recomendado recibir acompañamiento terapeútico.
¿Por qué?
Porque la ansiedad, como respuesta emocional, es de orden condicionado y afecta a la persona a nivel biológico, fisiológico y conductual. Ésta puede exceder el repertorio de respuestas con los que cuenta una persona y la razón recae sobre el estímulo que genera la ansiedad.
Si pensamos en un estrés postraumático el estímulo son los recuerdos (se constituyen como disparador); en un TOC el estímulo son pensamientos intrusivos de tipo obsesivos; y en una ansiedad generalizada el estímulo es la preocupación, la cual deja de ser adaptativa.
Ahora bien, es importante aclarar que cuando hablamos de proceso terapéutico NO necesariamente implica medicación. En psicología, por ejemplo, se han desarrollado terapias que responden a este tipo de trastornos, reconociendo que las terapias cognitivas no son las más indicadas.
En estos casos, las terapias que mejor responden se conocen como “Terapias de exposición”. Los trastornos de ansiedad donde pueden implementarse son: pánico, ansiedad generalizada, estrés postraumático y fobias.
Esto no es fortuito, se debe justamente a su naturaleza.
Esto no es fortuito, se debe justamente a su naturaleza.
La complejidad que revisten estos trastornos no dan para pensar que es una cuestión de actitud.
Pensemos por ejemplo en el conflicto armado colombiano. En 2017, Semana saco un artículo donde habla de la necesidad de priorizar la atención en salud mental. bit.ly/2Y7eCEJ
Pensemos por ejemplo en el conflicto armado colombiano. En 2017, Semana saco un artículo donde habla de la necesidad de priorizar la atención en salud mental. bit.ly/2Y7eCEJ
Los estímulos que pueden generar que una persona desarrolle un trastorno de ansiedad pueden exceder su capacidad de control. Es decir, no depende de ella dejar la activación de esos estímulos.
Por eso requieren de acompañamiento terapéutico e insisto, está lejos de ser actitud.
Por eso requieren de acompañamiento terapéutico e insisto, está lejos de ser actitud.
Cuando una persona refiere sentirse nerviosa y sabemos que es porque está próxima a hacer una actividad que le supone un grado de estrés (un examen, un cambio, etc.) alentémosla, seamos empáticos escuchándola pero no subestimos su preocupación.
Decirle a alguien “no es tan grave como piensas” no solo es poco empático sino que es contraproducente y puede aumentar la ansiedad. Nosotros realmente NO sabemos si eso es verdad, ¿para qué afirmar algo de lo que nosotros no podemos dar cuenta si es verdad o no?
Como referí en otra oportunidad, pedir ayuda o el simple hecho de querer sentirnos escuchados, es algo que nos cuesta porque está en juego nuestras inseguridades. En este caso, una persona podrá pensarlo dos veces para evitar que le llamen exagerada.
No juguemos a ser jueces de nadie. Tengamos en cuenta que no es un tema de “opinión”, es decir, reconozcamos el peso que pueden tener nuestras palabras. Eso puede hacer la diferencia en una persona para que pida ayuda.
La ansiedad no es sinónimo de “exageración”.
La ansiedad no es sinónimo de “exageración”.
Para finalizar, cuidar de nuestra salud mental implica también reconocer nuestras redes de apoyo y sobre todo, dejar de pensar que para ser “fuertes”, hay que dejar de sentir. Al contrario, reconocer nuestras emociones pueden hacer la diferencia.
Gracias por leer :)
Gracias por leer :)
