Thread by @periodistan_

Un niño prodigio del ballet, un tatuaje de Putin, la esvástica, el goce por lo autodestructivo, homofobia y discriminación.

A continuación, la historia del inclasificable Sergei Polunin: repulsivo, chocante...y endemoniadamente exitoso y seductor.

1) La historia de Polunin es conocida, difícil olvidarse de su tatuaje. Además, fue noticia durante todo el año.

Yo no tenía idea de él, pero paseando por Krasnodar vi este cartel y me impactó la cara de Putin en su pecho.
"Acá hay una historia", pensé.
Y efectivamente, era así.

2) Polunin nació en Kherson, empobrecida ciudad ucraniana, en 1989: últimos años de la URSS.

Su infancia es bastante representativa de esos años de crisis rusa: el papá se va a Europa a trabajar, manda plata a la familia, él se queda con la mamá, así van sobreviviendo...

3) Dicho sea de paso, ése es un factor clave para entender el éxito de las telenovelas latinas en aquellos años en Europa del Este.

Papá y mamá emigran para ganarse la vida, dejan hijo/as con abuelos que no tienen energía suficiente para cuidarlos...
"Mirá la tele, nena".

4) Hay una palabra en alemán para referirse a los trabajadores extranjeros, casi siempre en empleos mal pagos que los locales no quieren.
"Gastarbeiter", y toda Europa la conoce. Croatas, moldavos, rumanos, albaneses, kosovares, serbios, búlgaros: en Berlín, todo/as gastarbeiter.

5) Pero volviendo a Polunin: papá gastarbeiter y mamá, que, al estilo soviético, lo obliga a ser perfecto.
Lo mete en una escuela de ballet.
Y él es realmente perfecto.

Su carrera avanza meteóricamente: cautiva a todo/as con su destreza, su habilidad.
Y viaja a Londres.

6) A los 13 años, se une a la British Royal Ballet School.
A los 19, se convierte en el bailarín más joven de la historia en integrar el cuerpo principal de la compañía.
En la línea de Baryshnikov, Nureyev, Nijinsky, llamado a hacer historia.

Hasta que empieza el vacío...

7) A Polunin la fama no lo llena.
Un mundo artificial, fake.
"Están matando al artista que llevo dentro".
Y renuncia: el lugar en que todo bailarín quisiera estar, pero él se va.
A los días, pregunta en redes: ¿Alguien vende heroína?

Admira a James Dean: 'live fast, die young'.

8) Ése sería su primer escándalo. Nada comparable a lo que vendría, un anticipo, pero con dos denominadores comunes: la autodestrucción y las redes sociales.

Tras salir de Londres, de todas formas su carrera sigue creciendo.
Ahí, con Jeniffer Lawrence, en el film "Red sparrow".

9) Y entonces los sucesos se precipitan.
Noviembre 2018: publica en Instagram una foto de Putin, "cuando lo veo, veo luz".

Luego muestra su nuevo tatuaje.
En Ucrania, su tierra natal, no se lo perdonan.
Empiezan los insultos vía redes.
"Te estás riendo de nuestros mártires".

10) Desde marzo de 2014, tras la anexación de la región de Crimea por Moscú, la guerra entre Rusia y Ucrania comienza en la región de Donbass.

Más de 10.000 muerto/as, más de un millón de desplazado/as: en Ucrania, Putin es mala palabra.
Los posts de Polunin chocan mucho.

11) El 'bad boy' del ballet recibe la ciudadanía rusa.
Está lleno de sponsors, participa en los videos de Hozier, sus performances en Youtube reciben millones de visitas.
Pero se aburre.
Ya provocó a los ucranianos, es hora de provocar al mundo.

Instagram: herramienta perfecta.

12) Escribe y publica:

"¿Por qué los hombres que bailan ballet lo hacen como bailarinas? Ya hay una mujer en el escenario, no hacen falta dos. Tienen bolas: sean hombres. Afuera del escenario, lo mismo: los hombres deben ser leones y, si son afeminados, merecen una cachetada".

13) Continúa con sus opiniones, critica al movimiento #MeToo y luego se la agarra con los gordo/as.
"Golpeenlos si los ven, eso los ayudará: ¡Sin respeto por la vagancia!".

En una semana, pierde varios contratos. Lo expulsan del Ballet de Paris. El mundo lo repudia.
Él disfruta.

14) "Cuando te atacan, esa energía va directo a tu corazón, tu estómago. Y es espectacular, te sientes conectado al mundo".

-¿Es adictivo? -le pregunta Simon Hattenstone, periodista de "The Guardian".
-Sí, definitivamente. Te hace sentir. Y por años yo no sentí nada.

15) Y hay más:
"La única forma que conozco de construir es primero destruyendo todo. El sentimiento más increíble del mundo es destruir. Lleva tanto tiempo y paciencia construir, y la destrucción es rápida, rápida, rápida. Explosiva".

16) Entre los tatuajes de Polunin, llama la atención también el símbolo símil-esvástica en su ombligo.

"Es un kolovrat. En Alemania dicen que soy un fascista por llevarlo. Pero la esvástica eslava es uno de los símbolos más lindos del mundo: y lo convirtieron en algo horrible".

17) Efectivamente, en la antigua Rumania, Bosnia, el kolovrat simbolizaba el poder del fuego, del sol. Luego, en la Europa cristiana, hasta se utilizaba en los huevos de Pascua.

La historia de la esvástica es muy interesante: India, el movimiento punk, los indígenas de Panamá...

18) Así vamos llegando al final de la historia de Polunin que, tras su epifanía instagramera, perdió mucho de lo que tenía, pero sigue brillando por toda Europa.

¿Por qué elegí este personaje? Porque me resulta muy incómodo. Y salir de la zona de confort siempre es bueno.

19) Rusia, como ya he comentado, es un país en el que las historias 'locas' abundan: lo extremo, freak, lo políticamente (muy) incorrecto.
Lo que nos incomoda e interpela.

Lean, por ejemplo, ese gran libro, "Limónov", de Emmanuel Carrère, y después me cuentan...

20) Éste es el último hilo del año, un hilo complicado.

Les quería agradecer a todo/as por los mensajes de apoyo, la buena onda y la alegría que me transmiten (a los que insultan, ni se gasten).

Gran abrazo...¡Y que se venga 2020 nomás, le presentaremos batalla!