Han pasado 24 h y he intentado que la pelotilla de masa estuviera entre 25 y 30 ºC todo el rato (bastante fácil, ya que en el salón hay 25 y en la galería cerca de 30 cuando pega el sol), tapadita en su bol. Aún así, se me ha secado un
Cosas que os
- Que se os haya ablandado mucho la masa, casi licuado. Es totalmente normal, pensad que la fermentación es una metamorfosis que está a un paso de la putrefacción. Ahí está el arte de los panaderos y vinateros, en controlar ese cambio para hacer
- Que la superficie se haya oscurecido y secado. Totalmente normal, especialmente en harinas integrales.
¿Cómo estaba mi masa tras 24 h?
Buscándolas mucho, mucho, mucho, tal vez se apreciaban unas microburbujitas en la masa. Pero podía ser simplemente de la
¿Qué he hecho hoy? He añadido una cucharadita rasa de harina (unos 5 g) y media de agua (unos 3 g). No os fijéis en las cifras (las pongo simplemente como referencia para la gente muy maniática), ya que
¿Qué hay que hacer ahora? Exactamente igual que ayer (si no lo has hecho, lee la entrada inicial -el anuncio- del #retocucharilla y la entrada de ayer que acompaña al directo del vídeo en Instagram): simplemente esperar y obsesionarte porque no pase frío, que
Mañana, más.