(Hilo) Buenas noches. A veces cuando se habla de crecimiento económico muchos chilenas y chilenos piensan que se trata solo de números. Lo cierto es que se trata de personas: trabajadoras y trabajadores; emprendedor@s, dueñas de casa, estudiantes, en definitiva, todos nosotros.
Hoy hemos conocido el Imacec de octubre (-3,4%), que nos ha revelado que el impacto de la crisis que vivimos está siendo mayor a lo previsto. Hemos corregido a la baja el crecimiento de 2019 a un 1,4%, y para 2020 nuestra proyección se reduce a un rango de entre 1% y 1,5%.
Las causas son evidentes: la violencia, los saqueos y la destrucción tienen frenada a la economía. Mientras no retomemos la cotidianidad, la actividad económica funcionará a media maquina, se producirá a media máquina, se invertirá a media máquina afectando el empleo.
En este contexto es que anunciamos un Plan de Protección del Empleo y Recuperación Económica, con medidas destinadas a reactivar nuestra economía, apoyar a las Pymes y proteger los empleos de miles de personas. Un paquete que involucra recursos por US$ 5.500 millones.
Nuestro objetivo hoy es mitigar los efectos de la actual situación para miles de personas, apoyando la creación de empleos, de forma directa o indirecta vía el apoyo a inversión pública, así como a través del apoyo a Pymes. Esperamos crear 100 mil nuevos empleos en 2020.
Como cualquier hogar chileno que se enfrenta a una adversidad imprevista, recurriremos a nuestros ahorros y capacidad de endeudamiento, conscientes de que hay límites que no podemos sobrepasar. Lo podemos hacer gracias a años de responsabilidad fiscal de todos los gobiernos.
Por mucho tiempo no fuimos capaces de ver y empatizar a cabalidad con las sentidas demandas en materia de pensiones, transporte, salud y remedios o ingresos laborales mínimos. Es hora de reconocer esta omisión por parte de todos quienes somos o hemos sido autoridades.
Ahora es momento de enmendar definitivamente el rumbo y trazar una Hoja de Ruta Social compartida que nos permita seguir avanzando de forma creíble y responsable. No podemos volver a fallar aquí, ni deshonrar las expectativas que se depositan en nosotros.
Creemos que los chilenos y chilenas entienden las limitaciones para no poder hacer todo lo que quisiéramos hoy, de una sola vez. Pero no entenderían que no pudiéramos seguir avanzando mañana. Esta debe ser una prioridad.
Hemos avanzado. La agenda social es un claro punto de inflexión, que implica recursos por cerca de US$5000 millones entre 2020 y 2022 en materia de pensiones, rebaja en las tarifas de transporte para el adulto mayor, salud y remedios e ingreso mínimo.
Pero no nos engañemos, sin crecimiento económico se hacen inalcanzables los avances sociales que queremos en pos de un Chile más unido y en que todos participemos de mejor forma del desarrollo.
Hacemos una la invitación abierta, dialogante y de buena fe, a buscar un acuerdo y un compromiso de cara a la ciudadanía sobre cómo seguir avanzando en este necesario recorrido en los años a venir.
Se trata de construir esa Hoja de Ruta reformista para avanzar hacia un país más justo, solidario, sin abusos y que aspira a que nos reconozcamos iguales en trato y dignidad. Debemos hacerlo mediante un reformismo gradualista, sin saltos al vacío. Y unidos, sobre todo unidos.
