1/ Estudié Casablanca escena por escena en un curso de guión con Robert Mc Kee y una parte de lo que aprendimos allí está aquí. Vale la pena repasarlo aunque hay tanto más, tantísimo en esa película que podría dedicarle un hilo. Venga, va...
2/ Aún después de haber estudiado la película (y en Los Ángeles, con lo que uno se siente por supuesto al borde del éxito en Hollywood, se le quita cuando lleva tres guiones sin vender) su dimensión me la enseñó otro hecho posterior. 
3/ No había Internet aún, había BBS, y en el que empezamos en el ciberespacio, Spin, hubo un diálogo sobre la película y un participante muy joven preguntó "¿De qué se trata Casablanca?"
4/ Se trata de... empezamos a intentar responder. Se trata de la ambición, del amor, del odio, de la amistad, del idealismo, de los principios, del abuso, del engaño, del desaliento, del heroísmo, del egoísmo, de la nostalgia, del compromiso, de todo... de absolutamente todo...
5/ En esta cinta estamos todos, cada uno de nosotros en varios personajes, donde no hay una toma de desperdicio, donde se puede aprender el mejor cine, el mejor guionismo y la mejor cara de la humanidad... y como dice Julian Cornell, es arte que no te dice "soy arte, admírame".
6/ Recuerdo cuando McKee nos explicó la lámpara... la puta lámpara que siempre está entre Lazlo e Ilse, separándolos, marcando una frontera impasable que nunca está entre Rick e Ilse. La maldita lámpara. Sigo atento a ella cada vez que veo la película.
7/ Y la sugerencia continua de que Casablanca es una prisión: sombras que sugieren rejas, trajes a rayas, sutiles formas de apoyar la idea de que los personajes están encerrados buscando una fuga.
8/ Eso sin contar cuanto ocurría incidentalmente. Una película sobre inmigración interpretada por inmigrantes y dirigida por un inmigrado, el húngaro, Michael Curtiz.
9/ El ejemplo cumbre de esto es Conrad Veidt, el alemán antinazi casado con una judía que se ve obligado a huir a Estados Unidos y allí se inmortaliza en Casablanca como el oficial nazi Strasser.
10/ Otro caso fundamental es el británico Claude Rains haciendo el papel del capitán Renault, imposiblemente más francés, pero sin siquiera plantearse fingir el acento francés. La actitud le basta.
11/ La lista lo cubre casi todo. La excepción, Bogart y su amigo (no sirviente, no valet, no empleado) Arthur "Dooley" Wilson, o Sam, que cantó la canción pero no tocó el piano porque... no lo tocaba, era baterista.
12/ Ilse, la sueca Ingrid Bergman. El croupier, el francés Marcel Dalio. Ugarte, el británico Peter Lorre. Lazlo, el austrohúngaro Paul Henreid. Signor Ferrari, el británico Sidney Greenstreet. El maitre Carl, el húngaro Szőke Szakál. Yvonne, la francesa Madeleine LeBeau.
13/ ¿Fue a propósito que la gran película estadounidense fuera un hervidero de inmigrantes, de esa gente que aún hoy se persigue en EE.UU. y Europa? Probablemente no. Pero así se hizo. Y tampoco era tan importante, que esto es lo más relevante...
14/ Nadie sabía que estaba haciendo una gran película. Era una de las más de 50 películas que Warner Brothers produjo en 1942, una del montón, basada en una obra de teatro que ni siquiera se había puesto en escena: "Everybody Comes to Rick's", de Murray Burnett y Joan Alison.
15/ Curtiz fue segunda opción como director. Los guionistas iban y venían para escribir propaganda (EE.UU. entró en la SGM en diciembre del 41, la producción empezó en enero del 42). La defensa de Rick de la República Española coló por el momento histórico, hoy quizá no colaría.
16/ El estreno se apresuró para que coincidiera precisamente con la invasión al norte de África en noviembre de 1942. Era patriótico y era comercialmente oportuno. Nada del otro mundo en Hollywood.
17/17 No sé cuándo se descubrió que era una joya del cine. Lo que sí sé es que, leyendo el guión, no se correspondía a los esquemas que nos enseñó McKee. Cuando se lo hicimos notar, nos dijo que si podías escribir Casablanca, podías prescindir de los esquemas, claro. Si no, no.
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