defectuosas, pero el lugar y la fecha del evento tuvieron una gran importancia simbólica La visita del príncipe heredero y el inspector general de las provincias de Bosnia y Herzegovina debía consolidar el reclamo de la monarquía austrohúngara para gobernar esta región de crisis 
que había sido anexionada en 1908. Sin embargo, la fecha elegida para la llegada a Sarajevo, el 28 de junio, marcó en el calendario gregoriano, el Día de San Vito, el aniversario de la Batalla de Kosovo en 1389, una derrota a manos de los otomanos que había adquirido una gran
importancia para la causa de la nación serbia martirizada que se celebró por primera vez en 1914, como festivo. La visita del archiduque tuvo un efecto provocador en Serbia, y aún más para el movimiento nacional de la Joven Bosnia de cuyas filas salieron los actores y
planificadores del asesinato. El verdadero asesino, Gavrilo Princip (n. 1894), era un bosnio que se encontró por primera vez con el movimiento Joven Bosnia en 1911 y tuvo que abandonar la escuela secundaria un año después debido a su participación en manifestaciones
antiaustríacas. En Belgrado, Princip se puso en contacto con Unificación o Muerte, también conocida como Crna ruka (Mano Negra), una organización clandestina fundada en 1911 por oficiales serbios en el contexto de las guerras de los Balcanes y dirigida por
el jefe del servicio secreto del ejército, Dragutin Dimitrijević (también conocido como Apis). Siguiendo el ejemplo de los irredentistas italianos, la Mano Negra usó acciones terroristas para promover la unificación de todos los eslavos del sur dentro de un gran estado-nación
serbio. Hasta 1913 había estado estrechamente relacionado con los ministros del gobierno serbio, y el príncipe heredero serbio incluso había financiado su diario Pijemont, otra marca de identificación con el Risorgimento italiano. En el año del asesinato, el gobierno bajo
Nikola Pašić vio la creciente influencia del movimiento como una amenaza a las políticas más cautelosas aplicadas en Belgrado después de las guerras de los Balcanes y no quiso dar al partido de guerra en Viena ningún pretexto para atacar. La terroristas proserbios
tenía vínculos indirectos con el gobierno serbio en la persona de Apis; fueron reunidos por Vojislav Tankosić, un oficial serbio y miembro destacado de la Mano Negra, y entrenados para su tarea por el oficial del servicio secreto serbio Milan Ciganović; Tankosić informó
directamente a Apis. Los asesinos recibieron instrucción sobre armas de fuego en Belgrado, y sus armas, cuatro revólveres y seis granadas pequeñas, provenían del arsenal estatal serbio en Kragujevac. Los miembros de la Mano Negra también ayudaron a cruzar la frontera hacia
Bosnia. El comportamiento de los terroristas muestra cuán poco el gobierno de Belgrado fue capaz o estuvo dispuesto a frenar a los nacionalistas radicales, que durante mucho tiempo se habían alejado del monopolio estatal de la violencia.
Nada obstaculizó su viaje a Bosnia, su entrenamiento o el uso de suministros del ejército serbio. Mostrando el apoyó de un amplio sector del poder serbio que desestabilizoa la👑dual para satisfacer sus ansias nacionalistas muy crecidas por sus victorias en las Guerras Balcanicas
